Mislata encumbra a los nuevos ganadores de sus "Premios de Literatura Breve"

Els guardonats van rebre ahir el seu premi en una cerimònia que va incloure la representació teatral de "Miquel Hernández, després de l'odi"

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Mislata ya conoce los nombres y los rostros de los ganadores de sus Premios de Literatura Breve de 2017. El teatro del Centro Cultural de Mislata fue el escenario ayer de la ceremonia de entrega de los galardones, un acto que además contó con la representación de "Miguel Hernández, después del odio", un viaje a través de la vida y la obra del poeta de Orihuela, interpretada por la compañía CRIT.

Los tres actores de CRIT fueron los encargados también de conducir la ceremonia y presentar las obras elegidas por el jurado de este año en las cinco categorías, de entre un total de 345 obras presentadas. El acto estuvo presidido por el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, y la concejala de Cultura, Pepi Luján.

Durante su intervención, Bielsa defendió el compromiso del Ayuntamiento con la promoción de la cultura, destacó el papel de la creación literaria en la formación humanística de los ciudadanos y se mostró orgulloso de haber recuperado en 2014 este certamen "que inexplicablemente desapareció durante unos años, en una etapa del pasado en la que se pensaba en la cultura como algo prescindible, y que este gobierno ha retomado con energía". Por su parte, Pepi Luján repasó todas las políticas de educación y fomento de la lectura que se impulsan en Mislata y aseguró que estos Premios son "la culminación de todo este ciclo formativo".

Este año el premio en Narrativa en castellano fue para Salvar al soldado Peris, de Susana Gisbert, que además de escritora es fiscal especializada en violencia de género y portavoz de la Fiscalía Provincial de Valencia. Con su trabajo centrado en la siempre controvertida "memoria histórica", Gisbert aseguró ayer sentirse muy contenta porque "cuando una persona disfruta escribiendo y además hace disfrutar a los demás, hasta el punto de que te concedan un premio, la satisfacción es doble".

El premio de Narrativa en valenciano se lo llevó este año Natxo Fuentes, por La Platja de Pau Pi, una obra basada en un hecho real que le ocurrió al propio autor hace muchos años en una playa de Valencia. Fuentes es guionista y, como declaró ayer, en un primer momento "quise hacer un guión y me salió un relato de narrativa que decidí presentarlo a estos premios Vila de Mislata".

El certamen incluye también dos categorías de poesía. La de valenciano la ganó ayer Josep Micó, por Creuar l'instant, un poemario que explica exactamente eso: "son poemas que retratan momentos en el que alguien hace una cosa que cambia por completo el momento anterior", explicó ayer su autor. En la modalidad de castellano, la ganadora fue Carolina Otero por La pena y el blister, un conjunto de poemas sobre la migraña, dolencia que padece su autora. Carolina, fiel seguidora de los Premios de Mislata, explicó ayer que el tema que centra sus poemas "es un mal que me persigue desde hace años, un tema oscuro que ha ido forjando mi personalidad".

El último de los premios que se entregaron ayer por la tarde en el Centro Cultural fue para la periodista Magda Ruiz Brox, ganadora del premio local por Rumb al solstici d'estiu, una "autoficción sobre la última noche de mi padre", según explicó ayer ella misma. Ambientado en las calles de Mislata, la obra de Magda R. Brox trata de "indagar sobre la pérdida, un sentimiento universal, desde la serenidad y la distancia que da la escritura". Además, en palabras de su autora, esta obra de narrativa en valenciano es "un relato de amor a todas las personas que pueden dotar de belleza una despedida".

Los cinco ganadores obtienen un premio en metálico y la edición de 500 ejemplares de sus obras, en una colección que también se presentó ayer en el acto de entrega de los galardones.

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