La concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Mislata, aprovechando el parón que ha habido de las competiciones deportivas y los entrenamientos a causa de la pandemia sanitaria, ha llevado a cabo un ambicioso plan de transformación de la iluminación en las instalaciones deportivas municipales. Con los objetivos de reducir el consumo energético, aumentar la eficiencia lumínica y sobre todo, adaptarse a las necesidades de los diferentes clubs deportivos de Mislata, se ha sustituido la iluminación por otra de tecnología led.
El alcalde de la localidad, Carlos Fernández Bielsa, ha remarcado que "la pandemia no puede hacernos parar en nuestro empeño de mejorar nuestro municipio. Es momento de mirar al futuro y avanzar hacia un nuevo modelo de servicios y espacios municipales adaptados a los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética".
El proyecto ha consistido en la trasformación de la iluminación convencional, menos eficiente y más cara, por otra de iluminación led que ha sido instalada en las nuevas torres de los campos de fútbol de la Canaleta y las pistas deportivas y de atletismo al aire libre, así como en los dos pabellones polideportivos municipales de El Quint y La Canaleta. El concejal de Deportes, Toni Arenas, destaca la importancia de llevar a cabo estas actuaciones ya que, "el deporte de Mislata lleva dándonos durante muchos años importantes alegrías a toda la ciudad, y es de recibo seguir apoyándolo invirtiendo en unas instalaciones adecuadas y modernas donde puedan entrenar y competir".
El consistorio ha invertido en total cerca de 284 mil euros entre todas las instalaciones deportivas. Una cantidad que se verá amortizada en aproximadamente 6 años, ya que según los técnicos municipales, el Ayuntamiento de Mislata se ahorrará al año algo más de 42 mil euros en la factura de la luz debido a la reducción del consumo energético y al ajuste a la baja de la potencia contratada. Una de las ventajas de este nuevo sistema de iluminación es que la potencia de iluminación podrá regularse dependiendo de si las instalaciones se utilizan para competición, entrenamiento o para otras actividades, algo que conlleva un importante ahorro energético y económico.
La actuación realizada supone anualmente un ahorro de energía de 282 mil kW, una potencia energética comparable al consumo eléctrico al año de 70 viviendas o la emisión de CO2 a la atmósfera de 30 vehículos durante un año.