Una ‘turborrotonda’ como solución al colapso en el acceso a la V-30 desde Manises

La construcció està dissenyada per tècnics de l'Àrea de Carreteres de la Diputació

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La Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de Manises han encontrado una solución a la problemática que supone para la ciudadanía de Manises las largas retenciones de tráfico en el acceso a la rotonda que proporciona la salida a la V-30. Se trata de la modificación de la actual rotonda por una “turborotonda” diseñada por técnicos del Área de Carreteras de la Diputación de Valencia, con el objectivo de que esta permita el acceso y la circulación simultanea de los vehiculos procedentes de ambos municipios.

Estas retenciones afectan principalmente el acceso desde Manises, ya que la incorporación a la rotonda se ve obstaculizada por los vehículos que circulan por su interior.

El Ayuntamiento de Manises ha valorado muy positivamente la propuesta de diseño de la Diputación de Valencia y, según ha expresado el alcalde del municipio, Jesús Borràs i Sanchis, “esta ‘turborrotonda’ puede resolver de una forma muy acertada un problema que afecta a muchos ciudadanos y ciudadanas de Manises en sus desplazamientos diarios y que necesitan una solución urgente”.

Según ha explicado el Diputado del Área de Carreteras, Pablo Seguí, “esto se conseguiría canalizando los movimientos que se pueden realizar en la calzada anular de la glorieta, delimitando espacios para que puedan tanto circular en paralelo, permitiendo el acceso de los vehículos de Manises independiente de que se hallen otros vehículos en circulación en el interior de la rotonda, y posibilitando, a su vez que unos y otros salgan de ella en paralelo para incorporarse a la V-30”.

Esta solución, para la cual la Diputación de Valencia cuenta ya con el diseño en planta, ha sido estudiada de forma conjunta con el Ministerio de Fomento, ya que se trata de un enlace que afecta a carreteras de ambas administraciones. A nivel de ejecución, para la puesta en marcha de la “turborrotonda” será necesario ampliar alguno de los carriles y ejecutar tramos de nueva plataforma, además de pavimentar toda la rotonda, cambiar la señalización tanto horizontal como vertical, y ejecutar algún tramo de nuevo firme. Una actuación cuyo coste aproximado ronda los 100.000 euros.

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