“La educación en Igualdad es clave para acabar con la violencia machista”

Entrevistem Fina Carreño, regidora d’Igualtat d’Alfafar, amb motiu de la celebració del 25-N

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La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Alfafar, Fina Carreño
La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Alfafar, Fina Carreño

"La concienciación, pero sobre todo, la educación en Igualdad es esencial para que la violencia machista desaparezca. Cuando una persona entienda que es igual que la que tiene enfrente, entonces desaparecerá". Fina Carreño, concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Alfafar trabaja, desde l’Espai d’Igualtat, para ofrecer todos los recursos disponibles a las mujeres víctimas de la violencia de género, pero también para empoderarlas a través de formación, talleres o actividades.

Ahora, además, Alfafar cuenta con un Protocolo de Actuación en Violencia de Género, que unifica los recursos y facilita este proceso a la víctima. "El objetivo no es otro que ayudarles a salir adelante".

El Ayuntamiento de Alfafar presentó el Protocolo de Actuación en Violencia de Género, ¿Qué supone contar con esta herramienta?

Supone un logro importante. Los protocolos de actuación y, sobretodo el de Alfafar, es un producto técnico donde se reúnen todos los recursos con los que puede contar una mujer víctima de violencia de género en ese momento, es decir, la víctima no tiene que contar su historia en cinco sitios, sino que puede acudir al Espai d’Igualtat, donde tenemos a las técnicas de Igualdad, abogados en vivienda, psicólogos… y realizamos todas las derivaciones desde allí. La mujer no tiene que buscar recursos, y la doble victimización al contar tantas veces su historia, no la pasan.

Entonces, se avanza porque se unifican todos los recursos...

Exacto, antes, por poner un ejemplo, la víctima tenía que ir a Educación para matricular en otro sitio a su hijo o hija. Pues, con este protocolo, todos estos trámites se centralizan. Ahora, tan solo hace falta ir al Espai d’Igualtat y desde ahí se le tramitan todos los recursos que necesita.

¿Con qué medios cuenta, en Alfafar, una mujer que quiere salir de la situación de violencia que está viviendo?

La ley cuenta con unos medios y luego la realidad puede ser otra. El recurso que tiene es acudir a nosotros porque, de esta manera, le podemos explicar todos los recursos que puede llevar a cabo en tema de vivienda, ayudas, denuncia... A veces, las mujeres tienen miedo a denunciar, entonces todo lo que ellas quieren o necesitan en ese momento se lo vamos a dar.

El Espai d’Igualtat, además de atender casos de violencia machista, también es un espacio de empoderamiento de las mujeres...

Sí, hemos hecho este protocolo como una herramienta más dentro del Espai, pero tratamos de coeducar en colegios y trabajamos también con personas mayores en la escuela de adultos. Además, estamos apostando por la formación de mujeres organizando cursos de habilidades para buscar empleo por Internet e, incluso, cursos donde hay mucha masculinización como, por ejemplo, de carretirellas. El objetivo, en este caso, es que ellas puedan salir adelante mientras se les ayuda, que se vayan formando y puedan acceder al mercado laboral con cierta garantía.

Con el tema de la pandemia, ¿Cómo os estáis organizado?

Ha cambiado poco. Lo que hemos tenido ha sido más llamadas para la psicóloga, pero nosotros no hemos parado de trabajar. Si ha habido que atender presencialmente, con todas las medidas de seguridad, se ha atendido porque hay mujeres que por teléfono te pueden contar las cosas, pero para hacer una tramitación tienes que quedar con ellas, acompañarlas. Se ha seguido trabajando de la misma manera y la técnica de Igualdad ha estado trabajando y ha estado en contacto con todas las víctimas y, además, cuando no llamaban ellas las hemos llamado nosotras para saber cómo estaban y si necesitaban algo. Hemos estado en contacto con ellas, no tanto presencialmente, que también, pero telefónicamente no se ha dejado de atender y de preocuparse por ellas, por saber si estaban trabajando o si estaban con los niños. Cada caso es un mundo, por eso llamábamos a todas y les ofrecíamos un trato individualizado.

¿Crees que desde que está el Espai d’Igualtat las mujeres se sienten más seguras a la hora de denunciar?

Lo llamamos un espacio de seguridad. Cuando vas a un sitio así y tienes gente experta que te escucha, puedes elegir. Ya no es que se sientan más seguras o no, pero ya oyen una voz autorizada y pueden elegir. Tampoco se puede insistir en denunciar, la mujer tiene que hacer lo que ella quiera en ese momento porque por su cabeza pasan mil cosas y no sabemos cada una lo que ha pasado y lo que está pasando. Es verdad que se le da la oportunidad de tener todo el apoyo para que ellas si quieren denunciar, denuncien.

¿Ha sido la pandemia un pasito para atrás sobre todo durante el confinamiento?

Sí. Muchas mujeres no han dado un paso adelante porque no tenían donde ir en ese momento. Todas las instituciones estaban cerradas, desde el gobierno hasta los ayuntamientos. Nosotros como somos lo más cercano sí que hemos hablado con ellas, pero ha sido más difícil para las mujeres que hayan podido sufrir maltrato. El pasito atrás ha sido ese, la atención no ha dejado de serlo y sobretodo ha habido preocupación para que estuvieran tranquilas y no les pasara nada. Yo me imagino a una mujer que vive con su pareja o su marido en su casa y que en ese momento está sufriendo maltrato y no puede irse a ningún sitio… es complicado. Es cierto que la palabra confinamiento no quería decir que no se les fuera a atender, se les iba a atender igual o mejor, pero es más complicado.

Además de este Protocolo de Actuación, ¿Qué otras acciones habéis impulsado?

Todos los años se hacen talleres de coeducación en todos los colegios, desde talleres para los pequeños hasta los que están en bachillerato. Se hacen talleres a nivel de concienciación, de educación. Además, s ha hecho un estudio de cómo piensa la gente joven; otro sobre el urbanismo con perspectiva de género; se está haciendo el cuarto plan de Igualdad; tenemos el Consell de la Dona donde se debate las acciones que se van a llevar a cabo y en el que participan muchas asociaciones que están muy implicadas en la lucha contra la violencia machista. Y, en un futuro, queremos abordar el tema de los presupuestos con perspectiva de género.

Y para el 25-N, ¿qué acciones habéis preparado?

Estamos haciendo en los centros educativos talleres de educación y de concienciación porque, debido a la situación actual de pandemia, no se pueden hacer actividades. Y, además, para el 25 de noviembre, estamos organizando un acto con mujeres. Llevamos preparándolo unos 15 días. Vamos a simbolizar a las mujeres asesinadas y en esa performance estarán presentes esas mujeres y estarán arropadas por el resto del pueblo que pueda asistir, cumpliendo con todas las medidas sanitarias.

¿Qué tiene que cambiar en la sociedad para acabar con la violencia machista?

Todo radica en lo mismo, en la educación en igualdad. Mientras no nos eduquemos en igualdad y lo asumamos, es muy difícil. Cuando tú asumas que eres igual que el que tienes enfrente, entonces desaparecerá. Es cierto que la concienciación también es importante, pero la clave es la educación en Igualdad. Y, ¿cuándo se hace eso? Desde pequeños en los colegios, en las familias y en la sociedad. Toda la sociedad somos partícipes para educar en igualdad. Y es que, además, es primordial para erradicar la violencia de género.

¿Qué mensaje mandarías a aquellas mujeres que todavía no se han acercado al Espai d’Igualtat?

Que estamos a disposición de todas las mujeres de Alfafar. Para cualquier duda, cualquier pregunta… pueden venir cuando quieran. No tenemos horario ni calendario. Estamos a disposición de ellas para lo que necesiten.
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