Continúan habiendo novedades en torno al caso Alcàsser. Esta vez, una acusación popular ha pedido al juzgado instructor del caso que se analice ropa de las niñas y otros enseres para poder corroborar la participación del fugado Antonio Anglés en el triple crimen de Alcàsser. En noviembre de 1992 desaparecieron Míriam, Toñi y Desirée, cuyos cuerpos fueron hallados en el paraje de La Romana dos meses y medio después.
Quienes han reclamado esta actuación ha sido los representantes de la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, una entidad que se personó en 2021 en la causa que aún permanece abierta en el juzgado, mientras se obtienen los resultados de otras pruebas forenses solicitadas y acordadas por esta misma parte.
Entre los argumentos de esta organización, destaca que, hasta la fecha, no se han encontrado vestigios que vinculen biológicamente a Anglés con las víctimas, o a estas con determinados escenarios o elementos del crimen. Así, el presidente de la asociación, Félix Ríos (criminólogo, perito judicial y doctor especialista en genética) arugmenta que las técnicas de amplificación de ADN actuales pueden permitir encontrar estos restos donde no se podía obtener en los años 90.
Por este motivo, la acusación popular ha reclamado que se intente obtener ADN de la ropa de las niñas; el tapizado bajo el freno de mano del vehículo que presuntamente transportó a las menores; las raspaduras en el interior de la caseta a la que se las llevaron o la moqueta que las envolvía en la fosa de La Romana.
El equipo del criminólogo Félix Ríos considera que, con esta última petición, queda concluida la revisión forense del caso. En total, el equipo del Proyecto Prometeo ha realizado un total de siete informes de revisión: sobre reanálisis de los vehículos, reanálisis de pelos y otros elementos hallados en los escenarios, sobre aspectos antropológicos del caso, sobre recomendaciones en la búsqueda internacional de Anglés, sobre la huida de dicho prófugo, sobre interpretación de posibles manchas de sangre en el Opel Corsa, y ahora este informe sobre viabilidad de pruebas genéticas en determinadas piezas de convicción.
Este caso de las niñas de Alcàsser conmovió no solo a todo el pueblo, sino a toda España. Fueron asesinadas en 1992 y por este caso fue juzgado y condenado a 170 años de prisión Miguel Ricart, que salió de prisión en 2013 tras desactivarse la doctrina Parot. Junto a él, la sentencia considera autor material a Antonio Anglés, que se fugó tras la aparición de los cuerpos.
A Anglés, cuya responsabilidad penal no se extinguirá hasta diciembre de 2029, se le perdió la pista en 1993 en la bahía de Dublín, cuando viajaba como polizón en un barco. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada sobre esta persona.
Sobre este aspecto, el juzgado ordenó el pasado año que se tomara declaración a la tripulación y al capitán del 'City of Plymouth', el barco en el que Anglés huyó a Irlanda como polizón. Se adoptó esta medida tras el informe que recibió el juzgado por parte de la Policía española a raíz de unas declaraciones de marineros en un programa de televisión.