En Puçol, pocos bares abiertos en la primera semana

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El concejal Paco Salavert y el intendente jefe de la Policía Local, Vicente Giménez, han estado esta semana revisando las terrazas de la población para comprobar que cumplan con los requisitos que marca la actual normativa. Aunque la mayoría se ajusta a las nuevas directrices para las terrazas, la realidad es que aún hay pocos bares y restaurantes que se hayan animado a abrir.

Persianas bajadas, terrazas vacías, sillas y mesas recogidas… es la imagen de la mayoría de los bares de Puçol durante la primera semana de la fase 1, en la que ya podían abrir las terrazas, aunque no el interior del local.

Unos porque no tienen terraza y aprovechan para hacer reformas y poner en forma el local. Otros porque consideran que no compensa abrir con poca ocupación posible y los gastos que generan no se compensan con los posibles ingresos. Y la mayoría porque prefieren esperar.

Desde el primer día han tenido abierto los que, además de cafetería, actúan como horno o similar, para la venta de pan, algunos han abierto sólo el servicio a domicilio, aunque son conscientes que todavía los vecinos dudan si salir, catering en casa o esperar.

«La prudencia y el sentido común están siendo las notas dominantes», explica Paco Salavert. «Pero como hay terrazas funcionando, estamos recordando que han de respetar la distancia de dos metros entre las mesas y que, en aquellas que el espacio disponible lo permita, estamos siendo flexibles para que puedan ampliar un poco más la terraza, siempre que no molesten a los vecinos».

En cuanto a los hosteleros, en general asumen que hay que ir poco a poco. Aunque algunos, como el Cafenet, se han encontrado con la terraza llena cada día desde que el lunes pasamos a fase uno, «por lo que la semana que viene vamos a recuperar para el trabajo a las personas que teníamos en el ERTE».

Para otros, como Ca Ferro, «la terraza funciona bien desde el primer día, así que seguiremos abriendo al ritmo que nos dejen».

Quizá el caso más curioso es el de La Tanda, que cambió a principios de marzo de su antigua ubicación, cerca del campo de fútbol, a la nueva, junto al Centro de Salud, «y tuvimos que cerrar a los pocos días. Ahora hemos vuelto a abrir y la terraza está funcionando bien».

También L’Antiga Tahona, que se ha mantenido abierta con la venta de pan, ha recuperado ahora el ritmo «gracias a que el mercado de los sábados atrae cada vez más vecinos».

Pese a todo, la revisión conjunta de Policía Local y la Concejalía ha encontrado falta de documentación en algún local o detalles que hay que ajustar a la normativa, por lo que los locales han sido invitados a «ponerse al día» de forma inmediata.

«Vamos a seguir ampliando el número de locales abiertos en las próximas semanas y, por tanto, debemos procurar que todos cumplamos con la normativa vigente, que en estos momentos va más allá de lo que marca la ordenanza municipal, porque seguimos en estado de alarma», finaliza el concejal.

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