Del 22 al 25 de junio se ha celebrado la quinta edición del festival Gothejazz, un acontecimiento que cada año acoge a algunos de los artistas más destacados del jazz a nivel local, nacional e internacional.
La oferta musical ha sido variada, empezando por el concierto de jazz manouche del guitarrista Albert Bello y el violinista Oriol Saña en el interior del centro de arte Vila Eugènia. Un espectáculo muy íntimo en una sala llena que disfrutó con el sonido de estos dos artistas, acompañados por Claudi Lázaro (guitarra rítmica) y Queralt Camps (contrabajo).Ya en los jardines del recinto, Juanjo Navarro y el resto de componentes de la Babalú Swing Band pusieron el ritmo e hicieron bailar al numeroso público con grandes temas de la historia del jazz y una música que nos transportó hasta los años 40 y 50.
Más tarde llegó el turno para el artista internacional, Danny Grisset, y su piano. «Así como el año pasado dimos más importancia a los saxos, este año el solista Danny Grisset nos ha sorprendido con su actuación», declaraba la concejala de Cultura, Tatiana Prades.
Esa misma noche de sábado, el godellense Manolo Valls presentó con la elegancia del saxo su último disco, República cromática, acompañado de su cuarteto. El último día, domingo por la mañana, tuvo lugar una nueva iniciativa, Jazzeando con peques. Esta actividad gratuita tuvo una «fantástica acogida y una respuesta maravillosa por parte de los niños y niñas» y seguramente vuelva el próximo año, tal y como declaró Tatiana Prades.
Por último, la Big Band del Casino Musical, dirigida por Manolo Valls, cerró un festival que, un año más, ha registrado una excelente entrada gracias, en parte, a la promoción de precios reducidos en la venta anticipada. Desde la organización ya cuentan los días para la edición del año que viene.