Hace dos semanas, en plena ola de calor, muchos vecinos de Foios y de alrededor encontraron refugio en la piscina. Los suficientes para la piscina colgara el cartel de aforo máximo: 650 personas se concentraron en la piscina municipal de una localidad con algo más de 7.000 habitantes.
Según Sergi Ruiz, alcalde de Foios, hay diversos motivos para que la piscina de su pueblo "resulte tan atractiva". Asegura que "la gente ha valorado muy bien" las reformas que realizaron desde el equipo de gobierno la pasada legislatura: "Hemos hecho mejoras no solo en la piscina, también en el recinto polideportivo".
Tamaño, verdor e instalaciones son, asegura, la razón del éxito. Según cuenta, la "lámina de agua" es una de las más grandes de la zona, pero esa no es la razón de peso. Se ha trabajado en la "calidad de las instalaciones", se han "hecho inversiones en las depuradoras" e, incluso, han adquirido unos "maletines" para medir la calidad y transparencia del agua.
Otro de los puntos que resaltan desde el Ayuntamiento para la afluencia de la piscina es las zonas de césped. Si en la actualidad ya cuenta con una amplia zona de descanso, en el futuro "se ampliará hasta 300 metros cuadrados más, al derribar el muro sur".
Hasta ahora, nunca se había completado el aforo de la piscina en condiciones normales. Sin embargo, señalan que el baño libre no acumula toda la importancia de la piscina para el municipio: "Hay programación de natación, baño libre asistido... Las noches del viernes se hace una apertura nocturna de 21 a 1:30 que tiene muy buena acogida", relata.
Tal es la afluencia que han decidido, por seguridad, trasladar el desfibrilador localizado en el campo de fútbol a estas instalaciones: allí, en estas fechas, no hay tanta actividad. Asegura, además, un buen equipo personal en cuanto a socorristas y aquellos que se dedican "a vigilar la calidad del agua".
"Este pasado domingo fui a pasar el día, y el contador estaba en 613", recuerda Ruiz. No descartan que se vuelva a completar el aforo en más ocasiones durante el verano.