Manises se prepara para vivir el evento más simbólico de sus Fiestas Patronales. La tradicional Cabalgata de la Cerámica recorrerá las calles de la ciudad este viernes 18 de julio a partir de las 19:00 horas. Este singular desfile, declarado Fiesta de Interés Turístico Autonómico de la Comunitat Valenciana, es un homenaje a la artesanía local y a las raíces cerámicas que han dado fama internacional a la localidad.
La cabalgata consiste en un desfile de carrozas decoradas para la ocasión desde las cuales se reparten alrededor de 45.000 piezas de cerámica entre el público. Durante el recorrido, los asistentes podrán recoger platos, bandejas, jarras, tazas, boles, morteros, macetas y otras creaciones artesanales realizadas por empresas y ceramistas locales.
Entre todas las piezas destaca el plato de las Santas, que este año conmemora el centenario de Justa y Rufina como patronas de la ciudad. Esta pieza conmemorativa, que lleva impresa la imagen de las santas y la fecha de la festividad, se ha convertido con el tiempo en un objeto de colección muy apreciado por los asistentes.
Otra de las piezas tradicionales que no faltarán en el reparto es la escuraeta, una pequeña reproducción de menaje de cocina doméstico —platitos, jarras, teteras, fuentes o tazas— que remite a los orígenes de esta tradición centenaria.

El recorrido de la cabalgata comenzará en el cruce entre la calle Molino de la Luz y la plaza Rafael Atard con la calle Pintor Pinazo, y avanzará por la calle Masía de la Cova, atravesando el centro urbano hasta finalizar en la avenida Blasco Ibáñez. Desde las carrozas, miembros de la Clavaría de las Santas Justa y Rufina y colaboradores irán repartiendo las piezas a lo largo de todo el trayecto.
Una tradición con raíces centenarias
La Cabalgata de la Cerámica cuenta con más de 120 años de historia. En sus primeras ediciones, la organización del evento corría a cargo de los propios fabricantes de cerámica de la localidad. Cada empresa decoraba una plataforma —entonces tirada por caballos— con motivos relacionados con su producción, en un formato que recordaba al de la Batalla de Flores, pero con el barro como protagonista en lugar de las flores.
Aquellas primeras carrozas iban cargadas con lo que se conocía como “menudet”, pequeñas réplicas de piezas cerámicas que los fabricantes solían tener siempre a mano para obsequiar a compradores y clientes. Con el paso de los años, esas piezas se fueron elaborando expresamente para la cabalgata.
Hoy en día, la Cavalcada ha evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. Los carros de caballos han sido sustituidos por tractores y camiones, y las carrozas han sido adaptadas a las medidas de seguridad actuales. Sin embargo, el objetivo sigue siendo el mismo, compartir con el pueblo y con quienes lo visitan la riqueza cultural, histórica y artística de Manises a través de su cerámica.
El reparto de piezas no solo se ha mantenido, sino que se ha ampliado en variedad y calidad. A las miniaturas se han sumado platos de tamaño real, jarrones, ceniceros y otras piezas elaboradas artesanalmente en talleres locales con motivo específico para esta fiesta. Para muchos asistentes, la cabalgata no es solo una fiesta popular, sino también una oportunidad de conseguir auténticas obras de arte hechas en Manises.