Valencia

Veïnat en perill d’extinció y Amics del Carmen rechazan el PEP de Ciutat Vella porque “expulsa al vecindario”

El Pla Especial de Protecció de Ciutat Vella es va aprovar ahir en el Ple de l’Ajuntament de València després de passar per la Comissió d’Urbanisme

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El perjuicio y la expulsión de los residentes de barrios tradicionales como el Mercat, Velluters o Seu-Xerea de sus casas ha conducido al colectivo Veïnat en perill d’extinció a rechazar el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella (PEP), un proyecto que el Ayuntamiento de València aprobó ayer en el Pleno municipal. “Son necesarias medidas urgentes para hacer frente al problema de la turistificación y defender a los vecinos y vecinas del centro histórico, pero el Ayuntamiento gira la cabeza y mira hacia otro lado”, han criticado en un comunicado.

En concreto, para el colectivo de vecinos y vecinas el PEP “es una estafa para la ciudadanía”, un “timo” que pone énfasis en el modelo extractivo y nocivo de ciudad que expulsa al vecindario para implantar alojamientos turísticos y, como consecuencia, se pone en peligro los barrios de convivencia por una transformación en “parque temático”.

“Con la redacción actual del PEP, se concederán 70 licencias de hoteles y apartamentos turísticos. Además, peligran 50 edificios singulares y protegidos que tienen las puertas abiertas a implantar más hoteles y no hay ninguna declaración de zona turísticamente saturada. Es más, en la nueva redacción, aumenta la cantidad de edificios residenciales que acabarán siendo hoteles y deja completamente desprotegidos a los barrios frente a la introducción de actividades comerciales dirigidas a los turistas y no de comercio de proximidad”, explican en el comunicado.

En la misma línea se ha manifestado la asociación de vecinas, vecinos y comerciantes Amics del Carmen, que también coinciden con la emergencia de la situación por la proliferación de establecimientos hoteleros, la desaparición del comercio tradicional y la ocupación del espacio público. “Las nuevas modificaciones que propone el Ayuntamiento son una vuelta de rosca que pretende aumentar la terciarización de Ciutat Vella y despojarla de su residencialidad como uso prioritario”, indica.

Les associacions coincideixen que les activitats comercials es dirigeixen als turistes, però es deixa a banda el comerç de proximitat

Así, se oponen al proyecto del Consistorio por no restringir de forma adecuada “el ansia depravadora” del sector hotelero; permitir la implantación de comercio no tradicional, franquicias y restaurantes; desclasificar edificios dotacionales haciéndolos privados; desproteger una gran cantidad de edificios con valor patrimonial “para que pueda atraer beneficio lucrativo solo la industria turística; promover una economía insostenible; y por “alargar la agonía de Ciutat Vella en 20 años”.

Amics del Carmen asegura: “Es una excusa que, para rehabilitar un edificio señorial, patrimonio cultural de todos los valencianos, tenga que ser un hotel, anexionando, además, un edificio residencial contiguo. Pero el PEP permite, incluso, calificar de singular un solar, o anexionar tres edificios residenciales con el argumento de recuperar un horno”. Por ello, acusan al concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, de querer “destruir el patrimonio cultural de los valencianos destrozando de forma irreparable el Mercat y Velluters”.

Ante lo que consideran “un insulto y desprecio al trabajo de los técnicos”, el colectivo ha aprovechado su crítica para recordar las medidas que propusieron en su momento y que fueron “despreciadas”, como el respeto al patrimonio, el mantenimiento de la convivencia y la residencialidad. Veïnat en perill d’extinció, por su parte, presentaron alegaciones como la de declarar Ciutat Vella como zona turísticamente saturada, paralizar cualquier licencia de actividad turística y detener la transformación de edificios singulares en hoteles.

“Consideramos que el PEP es insuficiente para detener las agresiones que sufren nuestros barrios, principalmente en forma de especulación y de turistificación. Cada vez más agudizadas, están alterando de manera acelerada el carácter residencial de nuestros barrios. Lejos de ser el corazón de la ciudad, se está convirtiendo en un parque temático que expulsa los y las habitantes. El PEP está lleno de mentiras, falacias y engaños”, denuncia la asociación Veïnat en perill d’extinció.

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