La ciudad de València sigue sin tener una ordenanza reguladora para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y, en consecuencia, sin fecha para que esta normativa sea efectiva y entre en vigor. Esto es así después de que durante las últimas semanas y en el pleno ordinario de noviembre celebrado este martes en el consistorio no se haya llegado a un acuerdo al respecto entre la parte del ejecutivo local que representa el PP, al frente de la Alcaldía y de la Concejalía de Movilidad, y los dos grupos de la oposición: Compromís y PSPV.
En la sesión plenaria del pasado mes de octubre, en la que estaba previsto aprobar la citada ordenanza para que la ZBE entrara en vigor el próximo 1 de diciembre, el PP se quedó solo en la defensa de esta normativa después de que su socio en el gobierno de la ciudad, Vox, se desmarcara de ella por considerar que responde a "directrices abusivas de Bruselas" y que limita "libertades" de los ciudadanos y atendiendo a una orden de su dirección nacional.
Los 'populares' buscaron entonces el respaldo de la oposición y plantearon la opción de negociar y lograr un acuerdo con los grupos que están fuera del equipo de gobierno que lidera la alcaldesa María José Catalá (PP) y que rechazaban la ordenanza por considerarla "de mínimos" y un "trámite" para cumplir las directrices de la UE y no perder los fondos vinculados al desarrollo de la ZBE.
Tras no haberse alcanzado un acuerdo desde la sesión ordinaria de octubre aunque se han mantenido algunos contactos --en concreto, entre los socialistas y la Concejalía de Movilidad--, en el pleno de este martes los dos grupos de la oposición han presentado sendas mociones sobre este asunto y en favor del consenso aunque manteniendo las condiciones que defendían para negociar --como dejar libre de coches el Corredor Verde, en el caso del PSPV, y adoptar medidas para reducir el tráfico en vías como la calle Colón y mejorar la calidad del aire, por parte de Compromís--.
Estas dos iniciativas de la oposición han sido rechazadas con los votos de PP y Vox. Durante su debate, Jesús Carbonell ha lanzado una propuesta para buscar el acuerdo, según ha dicho "la tercera" que presentaba e incluyendo cambios que afectan a las etiquetas de vehículos a los que se limitará la circulación con la ZBE y al ámbito de aplicación.
El edil de Movilidad, que ha presentado su planteamiento como una alternativa in voce, ha detallado que contemplaba "adelantar la prohibición de etiqueta A a los --coches-- de la ciudad a 1 de julio de 2027; prohibir la etiqueta B a los de fuera de la ciudad en el plazo de un año a contar desde el momento en que se incumplan los umbrales de contaminación aplicables a partir de 2030" y que el perímetro "pase por la V-30 incluyendo en la ZBE San Isidro, San Marcelino y el Marítimo".
"No he venido a pedir que me voten a favor"
Compromís y PSPV han insistido en reclamar una normativa que sea "efectiva", con medidas que sirvan para combatir la contaminación en València "ya", y no han aceptado la iniciativa de Carbonell. De este modo, esa alternativa no ha prosperado ni se ha votado.
El titular de Movilidad ha dicho a la oposición que no quería su voto a favor sino una abstención. "No he venido aquí a pedir que me voten a favor la ordenanza, he pedido simplemente que se abstengan. No quiero que hagan la ordenanza, simplemente que cumplan con una obligación legal --de hacerla efectiva-- y punto", ha expuesto.
"Haga propuestas que de verdad mejoren la calidad del aire de la ciudad", "tanto en la ZBE como en el conjunto de proyectos", le ha dicho a Carbonell la edil del PSPV María Pérez. "Si quiere el voto del grupo socialista, haga un planteamiento que de verdad reduzca la contaminación de esta ciudad", ha insistido la concejala, que ha resaltado que se ha de contar con una normativa "efectiva" en favor de "la salud de los valencianos".
Por parte de Compromís, Giuseppe Grezzi, que ha asegurado que su moción buscaba "desatascar la situación" en torno a la ZBE, ha indicado que "trabajar para reducir la contaminación" implica "comenzar a tomar medidas para reducir el tránsito". "Si quieren empezar a hablar de hacer una ZBE, empiecen a trabajar para reducir el tráfico en la calle Colón" y "cierren antes de final de año el túnel de Pérez Galdós", ha apuntado, además de pedir aparcamiento para los vecinos.
En representación de estos últimos han intervenido en el pleno miembros de las entidades vecinales de La Roqueta y Malva-rosa, que han reclamado una ZBE "real" que actúe contra los puntos negros de la contaminación, consenso y tener en cuenta a los barrios.
La sesión plenaria ha concluido sin acuerdo respecto a la regulación y puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones. Al término del pleno, en el turno de ruegos y preguntas, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, ha preguntado si Jesús Carbonell va a dimitir al no haberse logrado el consenso y quedarse València por el momento sin ZBE. La alcaldesa ha respondido que no, por lo que el edil de Movilidad se mantendrá en su puesto.
"No hemos cambiado ni un ápice"
Desde Vox, su portavoz en el Ayuntamiento y segundo teniente de alcalde, José Gosálbez, ha recalcado, en declaraciones a los medios antes de comenzar el pleno, que esta formación se ha opuesto "siempre" a la ZBE.
"No hemos cambiado ningún sentido de voto. Vox es el único partido que ha votado siempre en contra de las Zonas de Bajas Emisiones. Nosotros no hemos cambiado ni un ápice", ha apuntado aunque la primera vez que los miembros de este grupo rechazaron la ordenanza planteada por Movilidad fue en el pleno de octubre tras haberla respaldado en la comisión municipal previa.
Preguntado por esa cuestión, por el apoyo de Vox cinco veces en comisión, ha argumentado: "Votamos a favor a una ZBE muy ligerita, muy light, que tampoco nos convencía. Pensábamos que podía ser una solución posible --para no perder los fondos europeos vinculados a esta normativa-- y vimos que no era posible".
Por eso, ha señalado Gosálbez, en el pasado pleno "mantuvimos nuestra postura inicial" y que "el PP conocía perfectamente". Así, sobre si son un socio fiable, ha insistido en que no ha cambiado de postura: "Nadie tiene una postura tan clara".
Durante el debate de las mociones de Compromís y PSPV, estos dos grupos han insistido en la pérdida de fondos europeos que puede sufrir el consistorio si no se hace efectiva la ZBE en el plazo establecido, más de 100 millones de euros, además de remarcar que no podrá optar a ayudas para el transporte público y exponer que se perderán los descuentos vigentes ahora para la EMT.