El pasado 28 de mayo de 2024, el Pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos una moratoria para impedir la tramitación de nuevas licencias para la apertura de apartamentos turísticos en la ciudad. Así, se introdujo la suspensión del otorgamiento de permisos durante un año en la capital, lo que se extendió a 7 pedanías; concretamente, a Benimàmet, Carpesa, Poble Nou, La Punta, El Palmar, El Saler y El Perellonet.
Si bien esta normativa no afectaba a los barrios de Ciutat Vella y el Cabanyal-Canyamelar, ya que sus planes especiales otorgaban restricciones específicas, ayer se dió a conocer una ampliación de la moratoria por parte del Ayuntamiento de Valencia, cuyo objetivo prioritario es paliar el incesante crecimiento de las viviendas turísticas en el Cap i Casal.
Boom de solicitudes en mayo de 2024
En las últimas semanas previas a la aprobación de la medida, el consorcio municipal estuvo evaluando la situación de la turistificación en los edificios locales. Informes técnicos municipales destacaron un "alarmante crecimiento" en las solicitudes de permisos, en particular para viviendas ubicadas en planta baja. Durante los primeros cinco meses de 2024, se tramitaron un total de 733 solicitudes, incluyendo cerca de 500 licencias y el resto declaraciones responsables, superando las 456 registradas en todo 2023.
El incremento fue especialmente marcado en mayo, con un récord de 506 solicitudes, la mayoría presentadas en la última semana del mes, justo antes del anuncio de la moratoria. Según datos del departamento de Licencias, en abril de 2024 operaban en València cerca de 7.900 apartamentos turísticos, lo que supone un aumento del 33% en comparación con el año anterior y un 10% respecto a agosto de 2023, en plena temporada alta.
Medida especial para Ciutat Vella
Hace poco se puso en marcha una nueva normativa para el corazón del Cap i Casal. Y es que pasado 18 de diciembre, la Comisión de Urbanismo de la Generalitat Valenciana aprobó una modificación clave del Plan Especial de Ciutat Vella (PEP), impulsada por el Ayuntamiento de València. Esta nueva normativa restringe la creación de viviendas turísticas en gran parte del distrito, afectando principalmente a los barrios de El Carme, La Seu, El Mercat y parte de La Xerea, ubicados en el centro histórico de la ciudad.
Sin embargo, las restricciones no se aplican de forma uniforme en todo el distrito. Los barrios de Sant Francesc y ciertas zonas de La Xerea, como la Plaza del Patriarca y la llamada "milla de oro", quedan fuera de las limitaciones más estrictas. En estos lugares, con un carácter urbano predominantemente terciario, se permite la creación de pisos turísticos, siempre que se ubiquen en edificios destinados exclusivamente a este fin.
Además, el plan urbanístico regula los edificios de uso mixto, que combinan residencias con oficinas o comercios. En estos casos, las actividades terciarias no podrán superar el 50% de la superficie total. Asimismo, los establecimientos hoteleros deberán ubicarse en las plantas superiores, con accesos independientes y diferenciados de los destinados a viviendas.
Ampliación del veto al Cabanyal
Ayer mismo se desveló la información de que el Ayuntamiento de València ha decidido expandir la moratoria de pisos turísticos y licencias hoteleras al barrio del Cabanyal-Canyamelar. El pleno municipal tiene previsto aprobar el próximo martes una modificación de la suspensión temporal de licencias para extenderla a la zona costera.
Desde la implementación de la normativa local, se ha observado un aumento en las solicitudes de licencias turísticas en este barrio. En 2024, comparado con el año anterior, las solicitudes de licencias aumentaron un 300%, las plazas turísticas un 227% y los informes de compatibilidad urbanística un 256%. En concreto, el servicio de Licencias de Actividades ha recibido solicitudes para 9 nuevos establecimientos hoteleros, con un total de 478 plazas, de las cuales 342 se pidieron tras la moratoria en el resto de la ciudad.
Además, el servicio de Licencias Urbanísticas ha recibido peticiones para 147 viviendas turísticas, una pensión y un hotel, que suman 665 plazas adicionales, de las cuales 331 fueron solicitadas durante la moratoria. También se han registrado 223 peticiones de compatibilidad para uso hotelero, 117 de ellas durante la moratoria.
Desde mediados de 2023, el Cabanyal-Canyamelar contaba con una regulación propia sobre los pisos turísticos, incluida en el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC), que limitaba las viviendas turísticas a un 10% por manzana, pero no regulaba la actividad hotelera.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, afirma que la regulación actual es insuficiente y que era necesario revisar la normativa. Según el edil, las normas vigentes permiten la proliferación de apartamentos turísticos, tal y como se demuestra con los datos recopilados. Mientras se trabaja en una nueva normativa, el Ayuntamiento incluirá el Cabanyal en la moratoria turística actual. La medida, que inicialmente se aplicó por un año, podría extenderse hasta un máximo de dos años.