La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha anunciado en el debate sobre el estado de la ciudad celebrado este jueves en el Pleno municipal la puesta en marcha de una nueva agencia pública del alquiler. La medida se enmarca en la hoja de ruta marcada por el gobierno local para este curso político, centrada en la prevención en emergencias, la atención social y la situación de la vivienda.
El nuevo organismo municipal funcionará de manera similar a una inmobiliaria, aunque con gestión íntegramente pública. Su finalidad es actuar como mediador entre propietarios e inquilinos con el objetivo de contener la escalada de precios que vive actualmente el mercado del alquiler en Valencia. De este modo, el Ayuntamiento busca dar una respuesta directa a uno de los problemas más graves de la actualidad valenciana: la dificultad de encontrar una vivienda asequible.
Los contratos que se formalicen a través de esta agencia tendrán una duración de cinco años, lo que aportará estabilidad tanto a los arrendadores como a los arrendatarios. La idea es que los propietarios ofrezcan sus viviendas a precios por debajo de los habituales en el mercado, mientras que el Consistorio se compromete a ofrecerles una serie de ventajas que hagan atractiva la cesión de la gestión de sus pisos a este nuevo ente público.
Aunque la alcaldesa no ha detallado todavía las medidas de incentivo que acompañarán la propuesta, sí ha confirmado que se pondrá en marcha un “seguro municipal” que cubrirá los posibles impagos de los inquilinos, garantizando así que los propietarios puedan continuar su actividad con normalidad. Así, la creación de esta agencia cuenta con un doble objetivo. Por un lado, dar seguridad a los propietarios y, por otro, activar las viviendas vacías que existen en la ciudad para que salgan al alquiler.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Valencia aspira a crear un sistema estable de alquileres a precios más asequibles. La creación de esta agencia pública del alquiler se perfila, en estos, como una apuesta importante en materia de acceso a la vivienda, un reto clave para el futuro de la ciudad, especialmente de los habitantes más jóvenes.