El problema de la vivienda se ha convertido, en los últimos años, en una de las principales preocupaciones de la población española. La provincia de Valencia se ha convertido en una de las más tensionadas del país, con un precio medio del suelo urbano que supera en un 31 % a la media nacional, situándose en los 221 euros por metro cuadrado, y una falta de oferta que ha hecho saltar todas las alarmas.
La Cámara de Comercio de Valencia ha alertado del grave desequilibrio entre oferta y demanda de vivienda en la provincia. De hecho, según sus estimaciones, hasta el año 2030, será necesario construir más de 133.000 viviendas nuevas para atender a la demanda prevista. Una escasez de vivienda que imposibilita la bajada de precios.
En este punto, Cámara Valencia ha encargado, a la comisión de proyectos estratégicos y desarrollo de la entidad, la elaboración de un informe de la vivienda en la provincia. Así, entre los principales factores que explican el incremento del precio de la vivienda, se encuentran:
- El aumento sostenido de la población residente
- El auge del turismo y de las viviendas de uso turístico
- La transformación de los modelos familiares
- Aumento de la longevidad de la población, que limita la rotación en el mercado.
A ello, se suman las dificultades estructurales del lado de la oferta, como la escasez de suelo urbanizable, el encarecimiento de los materiales, la falta de mano de obra cualificada y una normativa cada vez más exigente y compleja.
Ante este reto estructural, Cámara Valencia ha propuesto una batería de medidas centradas en aumentar el suelo disponible, agilizar los trámites urbanísticos y una política tributaria que contribuya al establecimiento de precios asequibles.
Las 3 medidas tributarias para contener el precio de la vivienda en Valencia
- La eliminación del IVA por la compra de la primera vivienda, especialmente en un contexto en el que el precio medio de una vivienda nueva se ha incrementado un 65 % desde 2014.
- La deducción en el IRPF de la inversión realizada en la compra de la vivienda habitual. Una medida que estuvo vigente hasta 2013, y que se podría recuperar.
- La ampliación de las deducciones por alquiler de vivienda en el IRPF de los inquilinos, con un mínimo deducibles del 10 % y aplicable a toda la población.
El sector de la construcción, señalan desde Cámara Valencia, está sometido a una carga fiscal relevante al soportar una gran cantidad de impuestos y gravámenes de diferente naturaleza, que afectan el desarrollo del suelo, la construcción de la vivienda y su compra o el traspaso en caso de herencia, venta o donación. Por este motivo, desde la entidad abogan por una política tributaria que, aplicando estas tres medidas, podría contribuir a la contención del precio de la vivienda.
Otras medidas para solucionar los problemas de la vivienda en Valencia
Sin embargo, la reducción de impuestos propuesta debe ir acompañada de otra serie de propuestas que, por su complejidad, requerirán de alianzas público-privadas. Estas son:
- Incrementar la disponibilidad de suelo urbanizable mediante la simplificación y agilización de los procesos de transformación de suelo, que actualmente pueden demorarse hasta 15 o 20 años, como se ha constatado en casos como el de Turianova.
- Revisar y equilibrar el marco normativo, cuya creciente complejidad – aunque beneficiosa en términos de calidad y sostenibilidad – está ralentizando los procesos constructivos y elevando los costes finales de la vivienda.
- Desarrollar un modelo metropolitano coordinado, denominado "Gran Valencia", que promueva un desarrollo urbanístico cohesionado con infraestructuras de transporte público eficientes, hubs intermodales y servicios de proximidad, facilitando así el acceso a la vivienda en municipios periféricos.
“La situación actual exige decisiones valientes, coordinación entre administraciones y un nuevo pacto público-privado para hacer frente a un reto que no solo afecta a las familias, sino también al desarrollo económico sostenible de nuestra provincia”, ha subrayado el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata.
“Solo se podrá atender el 30 % de la demanda con el ritmo actual”
Este bloque de medidas, explican desde Cámara Valencia, requiere de una aplicación urgente con el objetivo de poder atender la alta demanda de vivienda en la provincia de Valencia. De hecho, según el informe, “la demanda se podría incrementar hasta las 228.165 viviendas en 2030”. Sin embargo, con el ritmo actual de construcción, “solo se podrá atender aproximadamente al 30 % de la demanda de viviendas”
Esto implicaría, por consiguiente, un mayor hacinamiento en determinados colectivos; un incremento en los precios de la vivienda y mayores precios de alquiler que excluirían a los colectivos más vulnerables; el éxodo a municipios periféricos, que multiplicaría los desplazamientos; la aparición de asentamientos ‘informales’; y una mayor dependencia de las ayudas para la adquisición de viviendas o para el alquiler, lo que comportaría un aumento del gasto público.