El precio de la vivienda en València no da tregua. Según los últimos datos de Idealista, en julio de 2025 el metro cuadrado cuesta ya 3.123 euros, un nuevo récord que parecía impensable hace apenas unos años. Solo en un mes la subida ha sido del 1,8 %; en el trimestre, del 4,4 %; y en el último año… casi un 20 %. Los números hablan por sí solos.
La comparación con la media nacional todavía impresiona más. Mientras en España el metro cuadrado está en 2.471 euros, aquí nos vamos más de 650 euros por encima. Y lo que más preocupa es la velocidad: el crecimiento en València ronda el 20 % anual; en el conjunto del país, el 14,7 %. Es decir, aquí la escalada va más rápida que en casi cualquier otra ciudad.
Y claro, esto ya no son solo números en un informe. Es lo que nota quien busca piso para comprar y se encuentra con precios que suben mes a mes. Jóvenes que no pueden emanciparse, familias que se ven obligadas a mirar más lejos o a quedarse donde están porque no hay alternativa. València se ha colado de lleno entre los mercados más tensos de España.
Los barrios más caros y los más baratos
El mapa de precios deja claras las diferencias. Arriba del todo está L’Eixample, con un metro cuadrado que ya se paga a 4.659 euros; es decir, casi un 19 % más caro que hace un año. Le sigue de cerca Ciutat Vella, donde comprar vivienda cuesta 4.465 €/m², lo que supone un encarecimiento superior al 24 % en solo doce meses. Y en tercer lugar aparece El Pla del Real, con 4.052 €/m²; ahí la subida ha sido de algo más del 20 %. En definitiva, zonas donde tener casa es casi un lujo.
Un poco más abajo, pero igualmente disparados, están Extramurs, con 3.549 €/m² y un repunte de más del 20 % anual; y Camins al Grau, que alcanza los 3.405 €/m² tras encarecerse más de un 22 % en un año. Barrios que hace no tanto se veían como opciones intermedias y que ahora compiten en precios con zonas históricamente exclusivas gracias a su ubicación y a la presión creciente de la demanda.
¿Y qué ocurre en el otro extremo? Los “más baratos” son Rascanya, con 2.088 €/m²; Patraix, con 2.567 €/m²; y Benicalap, con 2.580 €/m². La paradoja es que incluso aquí los precios se han disparado: en Patraix casi un 20 %; en Benicalap más de un 25 % en solo un año. A su lado, Benimaclet (2.792 €/m²) y La Saïdia (2.858 €/m²) tampoco se libran de la escalada, con repuntes del 8 % y del 17 % anual respectivamente.
Un mercado tensionado y lleno de incógnitas
Si hay un distrito que rompe las estadísticas, ese es Quatre Carreres. El metro cuadrado cuesta ya 3.207 euros y, en apenas un año, se ha encarecido un 39 %. Sí, casi un 40 % en doce meses. Una barbaridad que tiene mucho que ver con los proyectos urbanísticos en marcha, la cercanía al centro y la presión del alquiler turístico. Todo eso está convirtiendo a la zona en el gran motor del encarecimiento.
También hay barrios donde las subidas han sido más suaves. En el mencionado barrio de Benimaclet, por ejemplo, el precio medio apenas ha crecido un 8 % en el último año; en Rascanya, incluso, se ha registrado un ligero respiro con una bajada mensual del 0,9 %. Pero son excepciones puntuales que no cambian la foto global: en casi toda la ciudad, la vivienda sigue disparada y nada apunta a una desaceleración real.
Y aquí viene la cuestión de fondo: ¿hasta dónde va a llegar todo esto? Con la falta de obra nueva en los barrios más demandados, la llegada de compradores extranjeros y el tirón del alquiler turístico, el escenario no invita al optimismo. València se consolida como uno de los mercados más dinámicos de España, sí, pero también como uno de los más complicados para vivir. Porque, al final, detrás de cada dato hay vecinos que ven cómo su ciudad se encarece hasta volverse, poco a poco, inalcanzable.