El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha asegurado este martes ante el previsible levantamiento del sumario del caso Alquería, en el que está imputado el expresidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, que cuando se produzca y "se sepa de qué se le acusa y qué ha pasado" tomarán decisiones "como siempre con respeto, con coraje y con convicciones".
Ha señalado en declaraciones a los medios que en este caso tomaron decisiones por adelantado "aunque no hubiera ningún tipo de resolución jurídica". Ha indicado que "esta sociedad ya ha padecido la desvergüenza de la derecha" y es partidario de "hacer bien la dignificación de la política e intentar ser responsables". "Y así actuaremos, tiempo al tiempo", ha agregado.
Hasta el momento "no ha cambiado la posición", ha subrayado, para agregar que le hubiera gustado que se hubiera levantado el secreto de sumario de este caso "hace tiempo" pero respeta siempre la acción de la justicia.
En una entrevista a Europa Press, Puig ha señalado que esto no tiene por qué afectar "en nada" a la campaña electoral socialista porque ya actuaron en el plano político: "Pero ya dije que una vez se conociera el sumario si hubiera alguna razón de carácter político que afectara a la buena gobernanza actuaremos en consecuencia, pero hay que hay que esperar".
Puig ha remarcado que se estaría ante "un caso de prevaricación administrativa, de cómo se eligieron a unos representantes en una empresa" y "si se hizo mal desde luego hay que asumir las responsabilidades siempre".
Ha defendido la separación de las responsabilidades políticas y judiciales y ha puesto como ejemplo el caso del candidato socialista en Catadau que ha sido expulsado por firmar una carta apoyando a una persona condenada por violencia de género: "Eso no tiene que ver con ningún delito, no es ningún delito ni está imputado, pero es una cuestión política esencial".
"Eso es lo que hay que intentar, ser justo todo en todo momento. Y si hay que pecar de algo, pues desgraciadamente a veces hay que pecar de rigidez o contundencia porque la política necesita reconectar con la ciudadanía", ha concluido.