Política

La dirección de la RACV se 'reradicaliza' en negar lo demostrado y la confrontación lingüística

L’ala ‘moderada’ de l’acadèmia denuncia pressions per a apartar-la de la presa de decisions

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El pasado jueves 24 de enero en la entidad 'blavera' de la Reial Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV), se celebraron elecciones internas. Un proceso en el que ganó el 'ala dura' de la entidad; José Luis Manglano fue escogido decano como alternativa a la candidatura del ya presidente Federico Martínez Roda, que defendía un acercamiento a la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) que, hasta ahora, había sido poco efectiva.

Desde esta nueva 'cercanía' la entidad valencianista sufrió una división interna entre partidarios y detractores, que se visibilizó en la votación: 16 votos frente a 13 -más dos votos en blanco-. Según denuncian desde los sectores 'moderados', la nueva dirección fomenta de nuevo la confrontación con la AVL y, contrario a la evidencia científica, busca de nuevo una diferenciación del valenciano y el catalán.

Una confrontación que ha llevado a que, según ha detalló el diario Valencia Plaza, estos 'moderados' no asistan a las juntas de la academia como forma de protesta. Algo que, según los estatutos, impide aprobar nada. Algo que el nuevo decano, Manglano, quiere solucionar mediante un cambio en los estatutos que deje sin voto a aquellos que no estén presentes; así, perjudicaría a sus contrarios -que viven fuera en gran parte- y podría proseguir con su vuelta a la línea dura.

Dos normas

El reciente decano de la RACV ingresó en la entidad en 1988, momento de gran actividad 'anticatalanista'. Fue político por Unión Centro Democrático (UCD) en el Ayuntamiento de València, pero es, sobre todo, profesor de física, cargo que ha realizado en distintas universidades. Su nombre es sonado como supuesto partícipe de la llamada 'Batalla de Valencia', con presencia de violencia por parte de blaveros y ultraderechistas que luchaban contra una supuesta catalanización.

Antes del nuevo proceso de 'cercanía' con la AVL y de nuevo ahora con la nueva dirección, el ente reniega de las normas lingüísticas valencianas conocidas como Normes de Castelló. Unas normas que establecen las directrices básicas del catalán hablado en la Comunitat con sus particularidades propias como valenciano, tal y como recoge la AVL. Algo que, para Manglano y su dirección, es algo a enfrentar.

Desde la entidad denuncian la 'imposición' del catalán al valenciano mediante estas normas. Ello pese al aval de científicos lingüistas, historiadores e incluso el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. De hecho, la misma RACV fue, en 1932, una de las cinco entidades firmantes sobre el acuerdo de las Normes de Castelló, aunque ahora defiende las normas secesionistas del Puig.

En otras palabras la RACV fue, hasta su transformación por parte de la Diputación de València aún franquista, promotora -o que no ponía en duda- de la unidad lingüística entre el valenciano y el catalán. Las señales de cercanía, que fueron valoradas como positivas por diversos sectores de la sociedad -Marzà lo tildó de "gran paso-, se quedaron en señas para, ahora, desaparecer.