La comunidad del Residencial Nicet Patraix, que agrupa a 147 familias, ha celebrado la desaparición de los 24 apartamentos turísticos gestionados por Grupo MContigo S.L. de la plataforma Booking.com. Según la Junta de Gobierno del complejo, esta decisión supone “un avance decisivo en la recuperación de la legalidad” en los bajos comerciales del edificio ubicado en la Avenida José Roca Coll nº 1, en el barrio valenciano de Patraix.
Los inmuebles, conocidos comercialmente como Roca Coll MSuites, han sido eliminados tanto de Booking como de sus portales asociados, lo que impide realizar nuevas reservas. Con ello, se completa el proceso iniciado el pasado 26 de septiembre, cuando dichos alojamientos fueron también retirados de Airbnb, en lo que los vecinos interpretan como un triunfo de la persistencia ciudadana y la acción institucional.
El origen de esta victoria vecinal se remonta a la resolución del director general de Turismo, fechada el 8 de septiembre de 2025, mediante la cual se dieron de baja las licencias turísticas por inactividad. A partir de ese momento, la comunidad emprendió una intensa campaña de denuncias y gestiones ante distintos organismos públicos. Las actuaciones incluyeron escritos y comunicaciones —a través de la Delegación del Gobierno— dirigidos a los ministerios de Consumo y Vivienda, así como a la Policía Nacional y Local, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia. Incluso, representantes vecinales viajaron hasta la sede central de Booking en Ámsterdam para entregar documentación que acreditaba la situación irregular de los locales.
“Esta desaparición demuestra que la ley acaba imponiéndose”, afirma Miguel Roig, presidente de la comunidad. “Llevamos más de un año denunciando una actividad que nunca debió existir. Ahora reclamamos al Ayuntamiento que clausure los locales definitivamente, porque la convivencia y el respeto a las normas deben prevalecer sobre cualquier beneficio económico irregular.”
En las últimas semanas, las reseñas de los usuarios en Booking reflejaban la mala calidad de los alojamientos, a los que algunos clientes calificaron como auténticas “jaulas de turistas”. Yuliia, procedente de Ucrania, denunció haber encontrado un apartamento sucio, sin limpieza ni wifi durante seis días y con ruido constante. José, de España, describió su experiencia como “un desastre para el precio pagado”, señalando la presencia de insectos, la falta de utensilios básicos y la ausencia total de atención.
Por otro lado, la comunidad también ha presentado denuncias ante las administraciones públicas y la Agencia Española de Protección de Datos por la instalación de 24 cámaras de videovigilancia en la fachada de los locales. Según los vecinos, estos dispositivos fueron colocados sin autorización ni comunitaria ni administrativa, invadiendo la privacidad de los peatones y generando un problema de convivencia y seguridad en la avenida.