La Federació d’Associacions Veïnals de València (FAAVV) ha denunciado las deficientes condiciones en las que se encuentran los pacientes y familiares en el Hospital Padre Jofré con el traslado este verano de los pacientes provenientes del Hospital Doctor Moliner, conocido como Porta Coelli, al haberse iniciado una reforma integral del mismo y cuya duración está prevista para cinco años.
La estrategia de cierre comenzaba a ejecutarse el pasado 16 de abril, cuando se dejaron de remitir pacientes al Doctor Moliner. Desde entonces, los itinerarios de derivación se han modificado: los pacientes del Hospital de Sagunto van ahora al de La Magdalena; los de La Ribera y Xàtiva-Ontinyent son dirigidos al Hospital La Pedrera; y los del Hospital de Requena al Complejo Sanitario Mislata-Quart.
Durante los siguientes meses, la ocupación del Doctor Moliner fue disminuyendo de manera controlada hasta su cierre definitivo. Los pacientes que aún quedaban ingresados se trasladaron al nuevo complejo de Mislata, que cuenta con 78 camas. Por su parte, el Hospital Padre Jofré habilitó 30 camas en habitaciones dobles, destinadas a nuevos ingresos y pacientes en lista de espera para una plaza en cuidados de larga estancia.
Desde la Conselleria justificaban el cierre durante el verano por el menor impacto que tiene sobre la presión asistencial en hospitales de agudos, así como por la mayor disponibilidad de camas en los centros de crónicos de la provincia de Valencia. Sin embargo, critican desde la FAAVV, “las soluciones aportadas por Sanidad habilitando camas extra en el Padre Jofré no es la adecuada”.
En este sentido explican que “se están sufriendo importantes dificultades por falta de espacio, imposibilitándose además el tránsito de sillas de ruedas y el espacio para las mismas, hecho que incumple asimismo el protocolo de evacuación con el riesgo que ello supone. También la falta de espacio hace que los profesionales sanitarios se estén encontrando con serias dificultades para llevar a cabo su trabajo”.
Se trata de una modificación estructural de un espacio donde pacientes crónicos y terminales vienen acompañados por sus familiares y donde en estas condiciones se hacen imposibles las funciones de acompañamiento y asistencia tanto para sanitarios como para las familias.
“Se debería haber planteado opciones alternativas”
Con una inversión de más de 62 millones de euros, la reforma integral del Hospital Doctor Moliner – inaugurado el 1943 – busca conservar la estética y el valor histórico del edificio pero modernizando sus instalaciones y reconfigurando la distribución interior para adaptarse al plan funcional actual. Sin embargo, desde la Conselleria de Sanidad se ha descartado desarrollar las obras en dos fases – como se había previsto inicialmente – para reducir los plazos de ejecución en un 30 %.
Por este motivo, Toni Pla, consejero en el Consejo de Salud de la Comunitat Valenciana, explicaba a València Extra que, ante la decisión de cerrar por completo el hospital para la ejecución de la obra, “planteamos alternativas para acoger esos pacientes de una forma digna y con una calidad de asistencia correcta. Por ejemplo, con la habilitación de la zona de la antigua escuela de enfermería que fue habilitada en su momento para el COVID o un pabellón en Bétera, que, aunque no están actualmente acondicionados, podrían haber sido adaptados para evitar la saturación de centros como el Padre Jofré”.
El vocal del Consejo de Salud de la Comunidad Valenciana por parte de CAVE-COVA –la Confederación Autonómica de Asociaciones Vecinales– ya trasladó, en la última reunión del Consejo, la preocupación por esta situación y propondrá asimismo que el asunto sea tratado de forma extraordinaria, respecto a las decisiones tomadas y las propuestas de mejora que la Conselleria puede plantear para resolver las quejas que se vienen recibiendo al respecto.
No obstante, por el momento, la situación sigue igual en Padre Jofré “mermando gravemente la calidad asistencial de estos pacientes”, han concluido desde la Federació d’Associacions Veïnals de València.
Una reforma esperada
Pese a las críticas, la Conselleria insiste en que la reforma del Doctor Moliner es urgente y necesaria. Los primeros informes sobre la obsolescencia del centro datan de 2019, pero no fue hasta finales de 2023 cuando se adjudicó la redacción del anteproyecto de rehabilitación, aprobado en diciembre de 2024. El nuevo diseño redefine la estructura del hospital y actualiza las áreas conforme a los estándares actuales.
Desde Sanidad aseguran que la reforma permitirá ofrecer la mejor atención sanitaria posible a pacientes especialmente vulnerables. Sin embargo, el reto logístico y humano que implica la reubicación masiva de pacientes y personal ha abierto un intenso debate sobre los tiempos, los métodos y las prioridades en la gestión del sistema de salud valenciano.