Fue en 2010 cuando el consistorio aprobó la ordenanza de Circulación que hoy en día está vigente. Y pónganse en situación: el servicio de Valenbisi se acababa de poner en marcha, y la ciudad del Túria todavía no se había visto invadida por los patinetes eléctricos en todas sus vertientes. Hoy, pasear por el centro de la capital o por el antiguo cauce del río es una apuesta segura si se quiere topar con uno de ellos. Es posible visitar la ciudad con batería, a dos ruedas y sin tocar el suelo. Así pues, la ordenanza se encuentra totalmente desfasada, por lo que el Ayuntamiento ya ultima la nueva ordenanza de Circulación que tendrá en cuenta las nuevas formas de movilidad por la ciudad.
La nueva normativa, que según ha señalado el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, ha contado con un proceso participativo de diferentes sectores, tiene como principal novedad el permiso a los patinetes, patines o monopatines para circular por los carriles bici. Y es que, ahora mismo, estos solo pueden usarse en "espacios habilitados", que son pocos o inexistentes; mientras que están prohibidos en las aceras, plazas y paseos.
En el caso de los patinetes eléctricos, el concejal ha señalado que "las aceras deben ser solo para los peatones", por lo que solo los niños que vayan acompañados de sus padres podrán circular por las aceras de más de tres metros de ancho. El casco no será obligatorio, excepto para los más pequeños, pero la velocidad sí que deberá adaptarse a la de los carriles bici: 15 km/h como máximo.
Por otra parte, Grezzi apuntó también que el uso del carril bici por parte de los ciclistas debe ser "preferente", pero "no obligado", por lo que podrán circular por donde prefieran (por la calzada o por el carril bici) sin ser sancionados por ello. Eso sí, se mantiene la prohibición de circular por la acera. También se pretende rebajar las multas a los ciclistas, que en ocasiones superan el precio de la bici, llegando a alcanzar los 200 euros.
También el aparcamiento de las motos verá modificado su régimen. Quedará totalmente prohibido dejarlas en calles peatonales, con alguna excepción, y a menos de dos metros de paso de peatones y de paradas de bus o metro. Desde el ayuntamiento señalan que la intención es que no se encuentren "motos en las aceras", ya que la normativa actual es "ambigua".