El Ayuntamiento de València, a través del Servicio de Movilidad, ha iniciado durante la pasada noche las obras para mejorar la seguridad vial en la rotonda partida que conecta Blasco Ibáñez con Cardenal Benlloch y la calle Clariano. Esta intervención se suma a las ya realizadas recientemente en la plaza de Saragossa y en el cruce de Cardenal Benlloch con la avenida del Port, y responde a los resultados de una auditoría sobre seguridad vial que identificó cuatro puntos críticos en la ciudad con alta siniestralidad y reclamaciones vecinales.
Los trabajos han comenzado con la señalización de los carriles en la mitad sur de la rotonda —la más próxima a Cardenal Benlloch— con el objetivo de ordenar los movimientos de entrada y salida de vehículos, así como las incorporaciones a los carriles centrales que permiten conectar directamente Cardenal Benlloch con Clariano. Entre los principales problemas detectados en esta intersección se encontraban los cruces desordenados y giros bruscos, que incrementaban el riesgo de accidentes.
Con esta nueva señalización y canalización del tráfico se pretende reducir esas situaciones de peligro, replicando la solución ya aplicada en la plaza de Saragossa. Las tareas de pintura para completar la intervención se desarrollarán durante los próximos días y está previsto que concluyan en la noche del domingo, si las condiciones meteorológicas lo permiten.
Otro de los problemas detectados, en este caso, en el paso de peatones de Clariano con Blasco Ibáñez, y especialmente por las noches, consiste en que algunos viandantes cruzan cuando el semáforo está en rojo a la par que los vehículos cruzan en ámbar y/o con exceso de velocidad. Con el fin de mejorar la visibilidad y la seguridad vial en este paso, se ha optado por instalar dos proyectores LED de 150w que permanecen encendidos toda la noche y se apagan automáticamente al salir el sol.
Además, se ha trasladado un Mupi que dificultaba la visibilidad, tanto para peatones como para ciclistas, en el cruce este de la rotonda, y se ha eliminado una papelera que quedaba inaccesible, ya que, para acceder a ella, el peatón debía cruzar el carril bici sin paso habilitado.
Próximos pasos
Durante los próximos días, además de completar la señalización y encauzamiento de los carriles de la mitad norte de la glorieta, se instalarán luces LED sobre calzada en dos líneas de parada que repliquen el rojo del semáforo.
También está previsto cambiar la regulación semafórica para permitir mayor tiempo de giro y despeje en la incorporación de Blasco Ibáñez a Cardenal Benlloch para evitar la acumulación de vehículos en este punto.
En cuanto a los trabajos de señalización, está previsto pintar una zona cebreada contigua al carril bici, a modo de zona de resguardo, porque se ha detectado que algunos vehículos se paran invadiendo el carril bici en el tramo oeste de la glorieta. Y en la incorporación a la vía de servicio sur de Blasco Ibáñez está previsto reforzar la señalización de velocidad máxima a 30 km/h, así como transformar la primera plaza de aparcamiento en estacionamiento para motocicletas para evitar la ocupación del carril bici que tiene lugar cuando estaciona un vehículo más grande.
Auditoría sobre Seguridad Vial
Los criterios de selección de los cuatro enclaves que se han auditado (plaza de Saragossa, Cardenal Benlloch con avenida del Port, Blasco Ibáñez con Cardenal Benlloch-Clariano y gran vía de Ferran el Catòlic con Àngel Guimerà) han atendido a circunstancias como: una accidentabilidad significativa desde el 2012; problemática en la interacción entre las personas usuarias más vulnerables (peatones, bicicletas, vehículos de movilidad personal...) y demás usuarios de la vía (transporte público, vehículos privados...); reclamaciones de mejora de la infraestructura por parte de la ciudadanía; y que las soluciones técnicas sean extrapolables a otras infraestructuras asimilables de la ciudad.