El Ayuntamiento de Valencia se ha propuesto abordar de nuevo el soterramiento de las vías de Serrería, suspendido desde 2021. De hecho, la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha resaltado que el ministro de Transportes, Óscar Puentes, no ha contestado a la petición de reunión que ha solicitado con el objetivo de abordar una obra que es vital para el desarrollo de la ciudad de Valencia. Sin duda, un proyecto que permitiría no solo convertir la capital del Turia en una ciudad mejor conectada, sino también desarrollar esta zona de la ciudad.
Cabe recordar que, en agosto del año pasado, la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia ya anunciaron que harían frente común para pedir la reactivación de este proyecto, que supondría una inversión de 150 millones de euros, después de conocer que “el Ministerio de Transporte había suspendido este plan en diciembre de 2021”. Y es que con su ejecución, de acuerdo con el planteamiento del Partido Popular, se podría ampliar el paseo de la Alameda hasta el mar a través del PAI del Grao, creando una gran zona verde que uniría el jardín del Turia con la zona de los tinglados del Puerto.
Sin duda, nuevas dotaciones para la ciudad de Valencia que se complementarán con la transformación que ya está experimentando la capital del Turia con el soterramiento de las vías del tren y el proyecto del canal de acceso que dará paso a un nuevo corredor verde por la zona sur de la ciudad, y unirá Malilla con la Cruz Cubierta y la calle San Vicente.
Y es que tras la finalización de las obras, la playa de vías se sustituirá por el bulevar García Lorca que irá desde el puente de Giorgeta hasta el bulevar sur. Así, se eliminará el tráfico motorizado utilizando en la calle San Vicente y la carretera de Malilla, unos accesos en bucle, que no solo permitirán el acceso a propietarios, vehículos autorizados y transporte público, sino que mantendrá como un verdadero parque la zona central de ese corredor.
Asimismo, se plantea la incorporación de un carril bici bidireccional de hasta 3 metros de ancho, y aceras multifuncionales que tendrán entre 6 y 12 metros de ancho. Por supuesto, en la nueva zona que se creará a lo largo de este corredor, se proyectará la construcción de nuevas viviendas – unas 5.000, entre las que se reservarán parte para VPO –. Aun así, la urbanización definitiva estará sujeta a un concurso de ideas.
Por último, otro de los grandes cambios será el derribo del puente de Giorgeta, dando paso a una avenida de 35 metros de amplitud, con un total de seis carriles – tres por sentido – y carriles bici en ambas direcciones. Está previsto que la eliminación del puente se realice en las últimas fases de la obra, es decir, a partir de 2026.
Sin duda, una transformación de la ciudad de Valencia que se podría completar con la prolongación de la Alameda tras el soterramiento de Serrería.