Vuelve la polémica en la zona universitaria por excelencia de Valencia. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha dado un giro inesperado al anular la sentencia que obligaba al Ayuntamiento a declarar la Plaza del Cedro como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Este fallo, que afecta a un barrio conocido por la fiesta, ha desatado un torbellino de reacciones entre vecinos y hosteleros.
¿Qué significa esto para los residentes de Ciudad Jardín? ¿Seguirá el ruido robándoles el sueño?
Un Barrio en lucha contra el ruido
La Plaza del Cedro, enclavada entre las calles Justo y Pastor, Manuel Candela, Blasco Ibáñez y Músico Ginés, es el corazón de Ciudad Jardín, un lugar donde los bares y terrazas atraen a estudiantes y fiesteros hasta altas horas.
A pesar de que era zona ZAS, eso no impedía que los universitarios montaran botellones hasta altas horas de la madrugada. ¿Cómo estará el panorama ahora que tienen más 'vía libre'?
Los vecinos, hartos de noches sin descanso, lograron en 2023 que un juzgado ordenara al Ayuntamiento declarar la zona como ZAS, imponiendo límites estrictos a horarios de locales, mesas en la vía pública y emisiones acústicas.
Sin embargo, el TSJCV ha revocado esta decisión, argumentando que las mediciones de un único sonómetro no eran suficientes para justificar la ZAS. Ahora, el Ayuntamiento debe instalar más medidores de ruido para realizar un análisis más preciso.
¿Por qué anularon la sentencia?
El tribunal consideró que los datos del sonómetro ubicado frente al número 19 de la calle Explorador Andrés no representaban el nivel real de ruido en toda la zona. Este fallo no solo anula la ZAS, sino que también obliga al Ayuntamiento a volver a la casilla de salida: realizar nuevas mediciones conforme al Real Decreto 104/2006.
Los vecinos, que llevan años peleando por un barrio más tranquilo, se sienten frustrados, mientras que los hosteleros celebran la decisión, alegando que las restricciones habrían dañado sus negocios.
Más fiesta es igual a más estudiantes que pagan sin mirar la cuenta. Aumentan las consumiciones y por ende, la caja de los hosteleros.
Opiniones contradictorias
Para los residentes, el ruido no es solo una molestia, sino un problema de salud. Llevan tiempo imponiéndose contra la contaminación acústica.
Por otro lado, los dueños de bares argumentan que una ZAS limitaría empleos y la vitalidad económica de la zona. El Ayuntamiento, atrapado entre ambos bandos, promete instalar más sonómetros y buscar un equilibrio, pero la paciencia de los vecinos se agota.
¿Qué sigue para Ciudad Jardín?
La anulación de la ZAS deja a los vecinos en una encrucijada. Algunos planean llevar el caso al Tribunal Supremo, mientras el Ayuntamiento debe actuar rápido para instalar nuevos sonómetros. Con “ruido en Valencia” y “contaminación acústica” entre las búsquedas más populares, la presión está sobre el consistorio para encontrar soluciones. ¿Lograrán los residentes un barrio tranquilo, o seguirá el Cedro vibrando al ritmo de la noche?
¿Qué es una zona 'ZAS'?
Como se especifica en la página del Ayuntamiento de Valencia, se trata de Zonas Acústicamente Saturadas aquéllas en que se producen unos elevados niveles sonoros debido a la existencia de numerosas actividades recreativas, espectáculos o establecimientos públicos, a la actividad de las personas que los utilizan, al ruido del tráfico en dichas zonas, así como a cualquier otra actividad que incida en la saturación del nivel sonoro de la zona.