Un mayor control de los conductores de patinetes es lo que se plantea la Dirección General de Tráfico (DGT), que en este momento trata de elaborar una regulación mínima sobre los patinetes eléctricos y que podría suponer la prohibición de circular por la acera, entre otros aspectos, según han confirmado fuentes de tráfico a Europa Press.
Jorge Ordás, subdirector general de movilidad de la DGT, asegura a la agencia de comunicación que para regularlo se actualizará una instrucción de 2016 sobre vehículos de movilidad personal porque considera "que se ha quedado anticuada, ya que desde entonces han aparecido muchos más modelos y las competencias para regularlos era totalmente de los ayuntamientos".
Así, con la posible prohibición los patinetes eléctricos deberían circular por los carriles bici y nunca por las aceras, con una velocidad limitada a 25 kilómetros por hora. Y además, los conductores también podrán someterse a test de alcoholemia y drogas.
Por otro lado, Ordás ha confirmado que se trabaja en una catalogación de vehículos. En concreto, esto supondría una modificación del Reglamento General de Vehículos y requeriría de la aprobación de un Real Decreto para cambiarlo, que podría entrar en vigor en julio de 2019.
Una vez aprobado, esta regulación mínima que plantea la DGT se pasaría a los ayuntamientos para que apliquen las medidas de control. De hecho, Tráfico recuerda que las propias administraciones locales son las que han solicitado que se fijen unos criterios mínimos.
Una vez entre en vigor este Real Decreto, Tráfico comenzaría a trabajar en una segunda tanda de medidas, como podría ser la obligación de los conductores de llevar casco y chaleco y tener un seguro para el vehículo.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, manifestó el pasado octubre la necesidad de regular la cobertura de los seguros de quienes circulan en patinetes eléctricos porque, según dijo, podían "causar daños importantes" a terceros, como por ejemplo a peatones. "Generan actividad o actuación de riesgo que puede conllevar un perjuicio a terceras personas que pueden ser graves", afirmó. La semana pasada se conoció la noticia de la muerte de una mujer de 92 años al ser arrollada por uno de estos patinetes en el que circulaban dos personas el pasado agosto en Esplugues de Llobregat (Barcelona).