"Como dice un dicho castellano; 'Hechos son amores y no buenas razones'. Esto quiere decir una cosa clarísima; el Govern del Rialto funciona". Así ha iniciado Joan Ribó, el alcalde de València, a presentar los Presupuestos Municipales 2020. La primera gran ciudad en presentarlos y, como ha apuntado él, seguramente la primera en aprobarlos. Una prueba del buen trabajo conjunto del PSPV y Compromís, asegura, para llevar adelante lo que consideran "el mejor presupuesto de la historia" para el Cap i Casal.
Según los datos proporcionados por el Alcalde, acompañado del concejal de hacienda, Ramón Vilar, el primer punto clave de estas nuevas cuentas es, precisamente, su cuantía: "Se trata del presupuesto más alto de la historia del Ayuntamiento, con 898,4 millones de euros, casi 900", resaltaba Ribó. Como apunta, se afianza así la tendencia al alza que comenzó en 2016 aunque, desde 2018, es más acusada. Si de 2016 a 2017 el presupuesto se incrementó en 33 millones, los siguientes en 25, 38 y 49 millones.
Los plenos del Ayuntamiento, relativos a noviembre y diciembre, se adelantarán para aprovechar la prontitud de estos presupuestos, e iniciar 2019 con las cuentas claras. Estarán aprobados definitivamente, según señala Ribó, alrededor del "día de la Lotería". Es una muestra de que el Gobierno local es "capaz de programar" y funcionar con soltura.
Se trata de unos presupuestos, aseguran, "focalizados en los servicios a la ciudadanía" con importantes incrementos en distintas partidas. En Jardinería Sostenible se aumentará el dinero en un 15,4%; en limpieza, un 6,3% con un "plan de choque" asociado; en alcantarillado, muy sonado por el problema de las toallitas, un 25,9% hasta alcanzar los 19,1 millones de euros.
Preparados para una "posible" desaceleración
"Quiero decir una cosa, con toda la precaución. Actuamos con previsión. Sabemos que en estos momentos las perspectivas económicas de futuro, tienen algunos interrogantes. Por tanto nosotros, estamos preparados una posible, pero no deseada, desaceleración económica", ha aseverado Ribó. Aseguran que los presupuestos, pese al incremento de ingresos y amortización de la deuda, son "muy prudentes" y apuntan a "la baja". "El problema no es si luego hay más dinero, se añade. El problema es si después falta. Por eso solemos tener superávit", ha indicado Vilar.La "salud" de las cuentas del Ayuntamiento se debe, en gran parte, a la "reducción constante de la deuda durante el pasado mandato, y que continuará en 2020". Al llegar al gobierno en 2015, después de más de dos décadas de gobierno popular, se encontraron una deuda de 721 millones de euros. Este año se cerrará con 375 millones, menos de la mitad. Además, señalan que tienen todo lo suficiente "claro" como para poder dar una previsión fiable para 2020: cerrarán con una deuda de 328 millones. Un nivel "seguro" que permitiría afrontar, su fuera necesario, nuevas deudas para sobrellevar la "posible desaceleración".
Impuestos
Respecto a la subida de impuestos, ambos ediles han señalado, apoyados con datos oficiales, que la "enorme presión fiscal" que argumenta la oposición no es una realidad. València es la última, entre las cinco mayores ciudades de España, en cuanto a 'presión fiscal'; por delante están Madrid, Barcelona, Zaragoza y Sevilla. "Hay quien dice que nos vamos a comer a los niños con los impuestos", ha ironizado Ribó.