Valencia

Ribó reclama una "nueva conciencia" contra el desperdicio alimentario

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El alcalde de València, Joan Ribó, ha participado hoy en los «Diálogos sobre alternativas al desperdicio alimentario», organizados por la Universitat Politècnica de València y la Cátedra Tierra Ciudadana. «Somos la primera generación que puede acabar con el hambre en el mundo», ha declarado el alcalde, quien ha enumerado «el análisis, la coherencia y la prudencia como ejes vertebradores de soluciones fácilmente alcanzables».

«El problema del desperdicio de alimentos es muy grave, porque afecta a la salud de las personas, ya que estos alimentos podrían utilizarse para eliminar el hambre en el mundo», ha explicado el alcalde de València, Joan Ribó. «Por otra parte, la mala alimentación es una de las causas de todos los problemas que están teniendo las sociedades avanzadas, en referencia a diferentes enfermedades como la obesidad o la diabetes, entre otras», ha añadido.

«Desde las administraciones públicas, igual que desde la academia, la sociedad civil y el sector privado, se debe contribuir en la consolidación de un nuevo conocimiento colectivo, de una nueva responsabilidad y de una necesaria implicación ante esta cuestión», ha argumentado Ribó, quien también ha recalcado que se trata «de un reto de toda la humanidad para toda la humanidad, ya que pocas misiones tienen tanta urgencia como la de procurar sistemas alimentarios locales sostenibles».

En palabras del alcalde, esta jornada «es una buena prueba de este nuevo espacio de acción que aporta un impulso para crear nuevos hábitos, por el cual debemos colaborar para fomentar una nueva conciencia que comparta la necesidad de considerar los alimentos como un valor esencial vinculado al equilibrio de la naturaleza».

Joan Ribó ha explicado que «las cuestiones de pérdida y desperdicio alimentario, además de una lógica implicación de todos los niveles de la Administración pública, ofrecen como medidas contra el cambio climático, la posibilidad de que cada individuo, familia y comunidad con sus gestos formen parte activa, cada día, de esta estrategia global». Por otro lado, ha recordado que València será sede del Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), un organismo interdisciplinar para la investigación, divulgación y sensibilización sobre cuestiones alimentarias y nutricionales.

DIÁLOGO SOBRE ALTERNATIVAS

Durante la jornada, se han expuesto diferentes estrategias de investigación, legislativas y de sensibilización –de índole locale, regional y nacional–, así como iniciativas y proyectos relacionados con el desperdicio alimentario, lo que supone «una prioridad global que requiere de acciones concretas para avanzar hacia un sistema agroalimentario sostenible, ya que reducir este desperdicio alimentario es una prioridad marcada en la Agenda 2030».

Respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para 2030 se pretende reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, así como reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución, incluidas las pérdidas posteriores a las cosechas.

Actualmente, un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o se desperdicia, lo que supone, a nivel mundial, 1.300 millones de toneladas de alimentos desperdiciados. Según el último informe de FAO sobre el hambre en el mundo, más de 850 millones de personas terminan su jornada sin el aporte nutricional necesario.

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