“No es un plan de Gobierno, sino que es un plan de ciudad”. Así define Joan Ribó, alcalde de València, la Estrategia Urbana València 2030, un plan que abraza diferentes aspectos a trabajar durante la próxima década en el área metropolitana de València. La intención del gobierno municipal es integrar tanto los diversos actores sociales que puedan colaborar en la definición de actuaciones concretas como la oposición del gobierno y, de este modo, trabajar desde el consenso y alejarse de las imposiciones.“Somos conscientes de las diferencias entre los diversos actores, pero tenemos que tratar de lograr el mayor consenso posible”, ha reconocido Ribó. El proyecto se presentará hoy a la oposición y el próximo dos de marzo al Consejo Social de la ciudad.
Uno de los pilares del plan será la sostenibilidad y la emergencia climática, una línea de trabajo en que ya se están desarrollando proyectos concretos como el Grow Green de Benicalap, que consiste en la creación de espacios verdes dentro del barrio y la ampliación del Parque de Benicalap, o la fachada marítima, que trata de desarrollar un espacio verde para reducir el impacto del puerto y atender las demandas históricas de los vecinos de Nazaret para recuperar la zona de playa perdida en los años ochenta en manos del puerto. Respecto al tema del puerto, Ribó ha comentado que “hay una voluntad de participación y colaboración entre el gobierno y la Autoridad Portuaria, pero a veces no es sencillo ponerse de acuerdo”, y ha opinado que sería positivo conseguir que la “red ferroviaria llegara al puerto para trasladar parte de los contenedores”. El vicealcalde Sergi Campillo ha querido alabar la ciudad de Vitoria por su trabajo transversal y de promoción de zonas verdes y ha señalado que es “un caso paradigmático” que la ciudad de València tendría que intentar imitar.
El otro pilar fundamental en que se trabajará será la equidad dentro de la ciudad y la reducción de las desigualdades entre los barrios de València. Una de las medidas marcadas en la Agenda Urbana es la de favorecer la proximidad de los servicios básicos y la implantación de estos en barrios donde todavía no se hayan desarrollado. Además, también se incidirá en una política de vivienda sostenible, actuando sobre el problema del aumento del precio del alquiler.
Uno de los puntos en que se ha querido incidir es la perspectiva metropolitana de València, puesto que no se puede obviar la relación entre la ciudad y los pueblos del alrededor. En este sentido, la Estrategia tendrá que proponer soluciones eficientes para resolver el problema de transporte entre la ciudad y las áreas metropolitanas, un problema que afecta diariamente a centenares de personas que se tienen que desplazar de su municipio en la capital.
Las estrategias tendrían que quedar definidas y concretadas a lo largo del año 2020, de forma que el año siguiente se pudieron empezar a aplicar los proyectos piloto en los diferentes barrios. Estos proyectos piloto serán evaluados en el año 2022 para ver cuáles son los aspectos a mejorar y los resultados obtenidos. La estrategia presentada no tiene un presupuesto concreto, pero las medidas concretas que se están aplicando sí que están presupuestadas.