La devastadora DANA que azotó Valencia el 29 de octubre de 2024 dejó tras de sí no solo pérdidas humanas y materiales, sino también un impacto significativo en el mercado inmobiliario. Muchas personas se quedaron sin hogar. La regla de oferta y la demanda. Más gente busca piso lo que significa que los precios se encarecen.
En los municipios más afectados, los precios de los alquileres han experimentado un aumento notable, impulsado por una combinación de alta demanda y una oferta reducida. No olvidemos que hablamos de poblaciones que están profundamente afectadas a nivel emocional.
Personas que perdieron todo: sus vidas, sus viviendas y sus familiares... Y que ahora están viendo que si quieren seguir residiendo en su localidad tienen que pagar un precio mucho más elevado. Un panorama desolador para el pueblo valenciano.
Según datos recientes, los alquileres han crecido hasta un 18% en estas áreas, mientras que la oferta de viviendas en alquiler ha caído un 38%. Este fenómeno, que contrasta con las expectativas iniciales de un colapso del mercado, está redefiniendo el panorama residencial en la región.
Viviendas por 800 euros sin reformar
Las inmobiliarias están convirtiendo bajos comerciales en viviendas para alquilar. ¿Precio? 800 euros y en lugares como en Catarroja.
Pero hay letra pequeña: todavía no se han reformado. La persona interesada debe esperar cerca de un mes para poder alquilar el espacio en las zonas afectadas por la dana. Que, lejos de rebajar los precios, han aporovechado la alta demanda para encarecerlos.
¿Dónde han subido los precios de los alquileres?
El informe de la consultora Gloval, que analiza 75 áreas incluidas en el Real Decreto Ley 6/2024, destaca que los municipios más golpeados por la DANA, como Alfafar, Catarroja, Paiporta, Aldaia, Sedaví, Massanassa, Alba y Beniparrell, registran los mayores incrementos. En estas localidades, las rentas han subido entre un 2,42% y un 4% desde octubre de 2024 hasta enero de 2025, superando el aumento medio de la provincia de Valencia, que se sitúa en un 0,88%. Alfafar y Catarroja lideran el ranking, con un incremento en la oferta de alquiler superior al 20%, aunque los precios no han dejado de escalar.
Según Asicval, el precio medio de los alquileres en estas zonas alcanza los 800 euros mensuales, un 18,1% más que antes de la tragedia.
¿Por qué suben los precios?
La clave está en la dinámica de oferta y demanda. La DANA dejó muchas viviendas inhabitables, reduciendo la oferta de alquiler en un 38%, según el 41,8% de las inmobiliarias consultadas por Asicval. Al mismo tiempo, la demanda ha crecido un 27,1%, ya que muchas familias buscan permanecer en sus comunidades de origen, donde tienen raíces y redes de apoyo.
La gente quiere seguir viviendo en sus lugares de origen. Eso tiene un precio (y muy elevado). Esta presión ha tensionado el mercado, elevando los precios incluso en un contexto de recuperación post-catástrofe.
Impacto en el mercado de compra y venta
No solo los alquileres han sentido el impacto. El precio de las viviendas en venta en las zonas afectadas ha crecido un 18%, con un coste medio de 171.428 euros, según Asicval. La oferta de venta, sin embargo, ha disminuido un 31,3%, lo que refuerza la tendencia alcista.
Curiosamente, el 62,5% de las inmobiliarias señala que ni compradores ni arrendatarios han mostrado un interés significativo en conocer si las propiedades están en zonas inundables. Solamente buscan volver a transitar las calles que un día los vieron reir. Como si pudieran reconectar con todo lo que perdieron.
Perspectivas y desafíos
El encarecimiento de los alquileres en las zonas afectadas por la DANA plantea retos para los residentes, muchos de los cuales enfrentan dificultades económicas tras la catástrofe. Mientras el gobierno y las comunidades autónomas evalúan medidas para aumentar la oferta de vivienda asequible, como incentivos fiscales o la reconversión de pisos turísticos, los expertos advierten que las soluciones a corto plazo son limitadas. La reconstrucción de las áreas afectadas y la creación de nuevo parque residencial serán cruciales para estabilizar el mercado.
Las zonas de la DANA en Valencia enfrentan un mercado inmobiliario en tensión, con alquileres un 18% más caros y una oferta menguante. Municipios como Alfafar y Catarroja lideran esta tendencia, reflejando la resiliencia de sus comunidades, pero también los desafíos de acceso a la vivienda en un contexto de recuperación.
Pisos encarecidos y una población que lucha por mantenerse en pie.