Pasar el verano en las playas de Valencia puede convertirse en una experiencia muy cara si no se respetan las normas municipales. La ordenanza de uso de playas, vigente desde 2016, establece sanciones económicas por un amplio abanico de comportamientos que afectan a la convivencia, la seguridad o el medio ambiente. Las multas, dependiendo de la gravedad de la infracción, oscilan entre los 750 y los 3.000 euros. A continuación, te explicamos las razones por las que pueden multarte.
Infracciones leves
Las infracciones consideradas leves, sancionadas con hasta 750 euros, son las más frecuentes durante la temporada de baño. Entre ellas se encuentra la práctica habitual de reservar espacio en la arena dejando sombrillas, sillas o mesas sin que sus propietarios estén presentes. También se incluyen el uso de tiendas de campaña o parasoles con laterales opacos, la acampada temporal, el empleo de música o instrumentos con un volumen molesto —excepto en playas del Parque Natural de la Albufera—, y el uso de jabón o productos de aseo en el mar o en las duchas públicas.
Otras conductas como la práctica de juegos en zonas no habilitadas, el incumplimiento de instrucciones de la Policía Local o del personal de limpieza, o incluso realizar necesidades fisiológicas en la playa o el agua también pueden ser motivo de sanción. Y el mal uso del mobiliario urbano o la falta de limpieza, siempre que no se consideren faltas graves, cierran el grupo de acciones penalizadas como leves.
Conductas graves
Cuando la conducta supone un mayor riesgo para la seguridad de las personas o implica un incumplimiento más relevante de las normas, se considera infracción grave. En estos casos, las sanciones oscilan entre 751 y 1.500 euros. Entre ellas destacan la pernocta en la playa durante la temporada de verano, el baño con bandera roja izada o el encendido de fuego en la arena.
También, se sanciona la limpieza de utensilios de cocina en duchas públicas, el deterioro del mobiliario urbano, la pesca fuera de los horarios o zonas autorizadas, o la circulación y estacionamiento de vehículos en la playa sin permiso. Asimismo, se incluyen como graves la permanencia de embarcaciones, tablas o motos acuáticas fuera de las zonas delimitadas, el uso de aparatos sonoros en las playas del Parque Natural de la Albufera, la práctica de deportes como el surf sin respetar las normas, o la reincidencia de dos faltas leves en un mismo año.
Comportamientos muy graves
Las infracciones muy graves, castigadas con multas de entre 1.501 y 3.000 euros, afectan principalmente al entorno natural o a la seguridad colectiva. Una de las más severas es el vertido de residuos o sustancias contaminantes al mar. También, se sanciona la navegación de embarcaciones a menos de 200 metros de la costa, así como cualquier ocupación del dominio público con estructuras no autorizadas.
Reincidir en tres infracciones graves en cuatro años, incumplir reiteradamente los requerimientos de la administración o realizar acciones que alteren la fauna y la flora litoral o marina son otras de las causas que pueden conllevar la multa máxima contemplada por la ordenanza.
La finalidad de la normativa es preservar el espacio público, garantizar la seguridad de los usuarios y proteger el entorno natural. Las autoridades recuerdan que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento y que actuar con responsabilidad es la mejor forma de evitar una sanción.