Valencia

Más de 3.000 comercios valencianos permanecen cerrados seis meses después de la DANA: un desafío para la recuperación económica

Tras la DANA, el 35% de los comercios valencianos no han reabierto. Analizamos las causas y las posibles soluciones

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La Dana en Valencia

La DANA que azotó la Comunitat Valenciana se lo llevó todo por delante. Era el 29 de octubre de 2024. Nadie era consciente de lo que estaba a punto de ocurrir. Centenares de vidas que se perdieron por los aires. Miles de personas devastadas por atravesar una situación tan traumática. 

Pero aquella riada también generó una profunda herida en el tejido comercial de la Comunitat. Comercios que tuvieron que cerrar por los daños. Y, muchos de ellos, no han encontrado la manera de recuperarse de la catástrofe. 

Según estimaciones de la Unió Gremial y la Confederació d’Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç), más de 3.000 comercios, de los aproximadamente 8.800 afectados, permanecen cerrados, lo que representa un 35% del total.

Esta situación, concentrada en municipios como Paiporta, Algemesí, Chiva, Aldaia y Catarroja, supone un reto monumental para la recuperación económica y social de la región, especialmente para pequeños negocios familiares como fruterías, panaderías y librerías que luchan por reabrir sus puertas.

Una catástrofe que paralizó el comercio local

La DANA dejó tras de sí un rastro de destrucción en 84 municipios valencianos, afectando a más de 845.000 personas y causando pérdidas materiales estimadas en 1.789 millones de euros solo en el sector comercial minorista, según un informe de Cámara Valencia.

De los 8.800 comercios damnificados, el 60% (unos 5.280) sufrieron daños severos en instalaciones, mercancías y equipos, con pérdidas adicionales de 500 millones por lucro cesante. Negocios ubicados en bajos comerciales, como los de l’Horta Sud, la Ribera Alta y la Plana de Utiel-Requena, fueron los más castigados, con inundaciones que arrasaron existencias y dejaron locales inutilizables.

Tres de cada cinco comercios afectados no han podido reabrir, y entre 700 y 1.150 corren el riesgo de cerrar definitivamente, según Cámara Valencia, lo que afectaría a entre 3.400 y 5.000 empleos. Pequeños autónomos, muchos de ellos mayores de 60 años, enfrentan una doble tragedia: la pérdida de sus negocios y, en muchos casos, de sus hogares. 

Los comercios afectados tienen nombre y apellidos. Por ejemplo la empresa Don Pa Artesans, con siete de sus nueve tiendas destruidas, o la librería Somnis de Paper en Benetússer, ilustran la magnitud del impacto.

Obstáculos para la reapertura

La reapertura de estos comercios enfrenta múltiples barreras. La falta de liquidez es un problema crítico, ya que las ayudas públicas, aunque significativas, solo cubren el 14% de los 140.000 euros necesarios, en promedio, para reactivar un negocio, según Confecomerç.

El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido más de 35.800 solicitudes de indemnización, pero los comerciantes denuncian retrasos en los pagos, lo que frena la reconstrucción. Además, la alta demanda de profesionales como albañiles y electricistas en las zonas afectadas complica las reformas, como señala Paul Grigoras, de Inmobiliaria Senyera en Paiporta.

El impacto psicológico también pesa. Muchos comerciantes, tras perder décadas de esfuerzo, dudan si vale la pena reinvertir, especialmente aquellos cercanos a la jubilación. Los ánimos están bajos y comenzar de cero siempre es duro. 

La Unió Gremial aboga por bonos de consumo para incentivar la economía circular, pero esta medida, propuesta para 2025, espera a que más negocios reabran para maximizar su impacto.

La Dana en Valencia

Numerosas ayudas a afectados 

La respuesta de las administraciones ha sido amplia pero insuficiente para algunos. El Consell ha implementado medidas como el Decreto 51/2025, que regula ayudas directas para comercios, hostelería y pymes industriales a través del programa “Ara empreses”.

Estas ayudas, que no requieren devolución salvo en casos específicos, se suman a los 250 millones de euros anunciados por la Generalitat para reactivar el tejido económico, incluyendo créditos blandos del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). El Gobierno central, por su parte, ha destinado 2.364 millones adicionales en 2025 para gastos extraordinarios y ha autorizado 850 millones del Fondo de Contingencia para apoyar a la Generalitat.

Iniciativas solidarias también han surgido. Consum ha distribuido 124.000 bolsas solidarias a un euro, destinando los fondos a los comercios afectados, mientras que BBVA ha donado muebles y equipos tecnológicos. Además, el programa “SoliDANA” ofrece formación gratuita hasta diciembre de 2025 para ayudar a empresarios y autónomos a recuperar sus negocios.

La Cámara de Comercio de Valencia ha habilitado asesoramiento gratuito, y organizaciones como Confecomerç y ATA ofrecen apoyo en la gestión de seguros y solicitudes de ayudas.

La gente consume menos

Un informe del Club de Marketing del Mediterráneo y Coto Consulting revela que el 52% de los valencianos ha incrementado sus compras en comercios locales en 2025, y un 35,8% prioriza negocios afectados por la DANA, lo que refleja una ola de solidaridad.

Sin embargo, el consumo en estas zonas sigue un 10% por debajo de los niveles de 2024, ya que muchos comercios aún no operan. La necesidad de reponer enseres, como electrodomésticos y muebles, ha impulsado el gasto en las áreas afectadas, con un aumento del 23% interanual en la semana del 19 al 25 de marzo, según CaixaBank Research.

Un futuro incierto, ¿hay esperanza?

A pesar de los avances, la recuperación total del comercio valenciano llevará tiempo. La Unió Gremial estima que el período promedio para reabrir un negocio gravemente afectado oscila entre 50 y 70 días, pero para muchos, este plazo se alarga por la falta de recursos.

La Confederació d’Empresaris del Comerç destaca que el 20% de los comercios sigue cerrado tras cinco meses, y un 25% podría no reabrir nunca.

No obstante, hay señales de resiliencia. El sector del libro, por ejemplo, no ha registrado el cierre de ninguna editorial o librería gracias a iniciativas como la librería virtual “Libros de la DANA”. La Generalitat y el Gobierno central trabajan en medidas a largo plazo, como el programa ICEX-DANA, que apoyará la exportación de negocios afectados, y deducciones fiscales del 100% para reparaciones hasta 2.000 euros en 2024 y 2025.

La Comunitat Valenciana enfrenta un 2025 crucial para revitalizar su comercio local

¿La solución? Que la población priorice la compra en los negocios de proximidad, y las ayudas públicas. La solidaridad y la determinación de los comerciantes serán clave para superar esta crisis y devolver la vitalidad a municipios devastados por la DANA.