El alcalde de Venta del Moro, Luis Francisco López Yeves, repasa el camino recorrido por Tierra Bobal, una marca que ha unido a nueve municipios en torno al vino, la naturaleza y la cultura. Su objetivo ahora es convertirla en un destino turístico sostenible de referencia y con proyección internacional.
La marca Tierra Bobal se ha convertido en una referencia para la comarca en apenas unos años. ¿Cómo surgió la idea de crear esta identidad turística común y qué objetivos perseguían cuando decidieron dar el paso en 2019?
La marca nace de la voluntad de poner en valor nuestro patrimonio histórico, cultural y natural, y de dar un salto de para ser un territorio con gran potencial a consolidarnos como destino turístico reconocido. Cada municipio trabajaba por su cuenta, pero entendimos que unidos bajo una misma marca seríamos mucho más fuertes. Queríamos una identidad compartida, con un relato propio, que nos diferenciara y que representara a los nueve municipios de la Mancomunidad que son Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Chera, Fuenterrobles, Requena, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel.
Muchas veces alcanzar consensos comarcales no es fácil. ¿Fue realmente sencillo convencer a todos los municipios y agentes implicados de la necesidad de esta iniciativa?
Sí. Había una conciencia clara de que necesitábamos unirnos. Los políticos somos temporales, pero quienes viven aquí todo el año saben lo que significa este territorio. Había ganas y voluntad, y eso permitió que el proceso no fuera costoso.
La Mancomunidad del Interior Tierra del Vino ha jugado un papel fundamental en la puesta en marcha y consolidación del proyecto.
La Mancomunidad ha sido el motor impulsor. Gestiona y vertebra la marca, coordina a los nueve municipios y canaliza apoyos institucionales. Además, garantiza un modelo de gobernanza participativa en el que están presentes administraciones, empresas y asociaciones. Eso da solidez al proyecto y evita que sea solo una voluntad política.
Uno de los elementos más visibles de la marca es la elección de la uva Bobal como símbolo. ¿Por qué consideran que esta variedad autóctona debía ocupar un lugar central en la identidad del territorio?
Porque es nuestra seña de identidad. La uva Bobal lleva más de 2.500 años ligada a nuestro territorio, ha modelado el paisaje y forma parte de nuestra cultura. Nos da autenticidad, nos diferencia de otros territorios vitivinícolas y representa lo que nos une como comarca.
Más allá del logotipo, la identidad de una marca depende también de cómo la asuma la propia población. ¿Han percibido que los vecinos y las empresas se sienten representados por Tierra Bobal y actúan como embajadores de la marca?
Sí, aunque es un proceso que lleva tiempo. Una marca sólo funciona si quienes vivimos aquí creemos en ella. Se ha trabajado mucho en comunicación y orgullo de pertenencia, y cada vez más vecinos, asociaciones y empresas la utilizan como sello de identidad. Hoy, la marca ya no es solo institucional, sino también social.
Tierra Bobal ofrece una amplia gama de experiencias: vino, naturaleza, tradiciones, gastronomía, astroturismo… ¿Cuáles son, en su opinión, los atractivos que mejor definen al territorio frente a otros destinos de interior?
Todos son importantes, nuestro eslogan, “donde el bosque abraza al viñedo”, lo resume muy bien: la naturaleza y el vino son nuestros grandes valores. Contamos con dos parques naturales y con parte de la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel, además de un patrimonio cultural y folclórico muy auténtico. En los últimos años, el astroturismo se ha consolidado como un gran atractivo, con la certificación Starlight y un circuito que atrae a centenares de visitantes. También crece el cicloturismo, la observación de aves y las experiencias en bodega. Es una combinación de factores que nos hace únicos.
Mirando hacia el futuro, ¿qué hoja de ruta se han marcado para que Tierra Bobal se consolide como destino turístico de referencia en los próximos diez años?
Queremos consolidarnos como destino turístico sostenible de referencia en el interior de la Comunitat Valenciana, con reconocimiento nacional e internacional. La ruta incluye proyectos como la certificación como destino turístico inteligente, la innovación constante en productos sostenibles y el impulso a actividades como el astroturismo o el cicloturismo. No buscamos masificación, sino sostenibilidad en el tiempo.
Finalmente, ¿qué mensaje lanzaría a quienes aún no conocen Tierra Bobal y se plantean visitarla por primera vez?
Que lo que buscan está más cerca de lo que creen. Somos un lugar donde el tiempo se vive de otra manera, donde cada experiencia conecta con la tierra, la historia y la gente. Quien nos visita descubre un territorio humilde, pero lleno de tesoros auténticos que dejan huella. Venir aquí es volver.