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La tecnología se pone a disposición de los gobiernos para controlar la propagación del coronavirus. La Comunitat Valenciana, de la mano de Presidencia, lanzó, a principios de esta pandemia, un proyecto dividido en tres grandes iniciativas que comparten un mismo objetivo: apoyar a Presidencia de la Generalitat y a la Conselleria de Sanidad en la toma de decisiones para controlar la propagación del coronavirus. Un proyecto liderado por Nuria Oliver, y que cuenta con el trabajo, altruista, de expertos de diferentes universidades, como la de València, la Politècnica, Jaume I, Miguel Hernández o el CEU de València.
València Extra ha hablado con Ana Berenguer, directora general de Análisis de la Generalitat Valenciana, para explicar con más detalle en qué consiste este gran proyecto. "Se divide en tres áreas: un análisis de datos de movilidad, modelos epidemiológicos y un análisis más sofisticado de datos para diseñar nuevas claves, que es donde entra la encuesta que se está distribuyendo".
Todos los grupos de trabajo son esenciales "porque se nutren entre ellos para obtener un estudio completo de la pandemia y poder valorar si las medidas que se están estableciendo son las adecuadas o, por ejemplo, es necesario reforzarlas". Sin embargo, si hay alguno que ha llamado la atención, sin duda, es el proyecto piloto que se está desarrollando en la Comunitat Valenciana para 'seguir la pista' de los movimientos de la ciudadanía a través de los teléfonos móviles.
Si bien es cierto que la Comunitat Valenciana ya estaba desarrollando este proyecto, contando con la colaboración de Movistar, Vodafone y Orange, desde hace algo más de una semana, el Gobierno de España se ha unido a esta iniciativa, que gestionará el Instituto Nacional de Estadística (INE), convirtiéndolo en un proyecto a gran escala que estudiará cómo se mueven los españoles y, de esta manera, analizar sus recorridos.
En este punto, Ana Berenguer ha querido dejar claro que, con este proyecto, "no se puede localizar a personas o, por ejemplo, saber si un grupo de personas se ha reunido en un lugar específico. El objetivo no es identificar" porque, aunque se ofrezcan datos sobre la posición de los móviles, se desconoce a los titulares de las líneas. De esta manera, aunque sí que se trazarán los movimientos, se tratará de datos anónimos, es decir, "lo que obtenemos es una estimación del número de personas que residen en un lugar y cuáles son los movimientos de la ciudadanía entre las áreas geográficas, que se dividen en grupos de al menos 5.000 personas".
Entonces, ¿cuál es la utilidad? De acuerdo con Ana Berenguer, en primer lugar, "podemos evaluar el impacto de las medidas de restricción de la movilidad que se han llevado a cabo, y valorar si están teniendo el efecto esperado o si son suficientes; además, nos servirán para estudiar la evolución de la epidemia y la tasa de contagios, ya que la movilidad es uno de los factores clave; y, finalmente, nos ayudará a detectar los puntos calientes para saber dónde se puede concentrar más personas".
Todavía es pronto para hacer una primera valoración, ya que "estamos terminando de analizar los primeros datos, y nos acaba de llegar la primera tanda del INE, pero esperamos que, en los próximos días, ya podamos tener una primera valoración".
En cuanto a si este proyecto tiene similitudes con el que se llevó a cabo en Corea del Sur, la respuesta es No. De hecho, "no tenemos nada parecido". Y es que la app de Corea permitía la identificación y gestión de las personas contagiadas o en cuarentena, así como la monitorización de los visitantes procedentes de áreas peligrosas. Un objetivo que no es el que se persigue con el proyecto que están llevando a cabo desde la Generalitat.