Valencia

La subestación de Patraix: El engaño del sarcófago eléctrico

La subestació de Patraix es traslladarà al costat del Cementeri General

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Subestación de Patraix

En mayo de 2007, y tras años de lucha vecinal para frenar su apertura por los riesgos que conllevaba, la subestación de Patraix, autorizada por el entonces Gobierno valenciano, registraba una explosión, que estremeció a un barrio entero. Una explosión que dejó sin servicio a 50.000 clientes de Iberdrola, pero que también hizo estallar las reivindicaciones vecinales, que continuaron reclamando su traslado hasta la actualidad. Ahora, 11 años después, parece que todo sigue igual.

Manifestaciones, caceroladas o canciones protesta fueron algunas de las acciones que se han ido llevando a cabo por los vecinos para exigir el traslado de la subestación de Patraix lejos de las zonas residenciales. Una petición para nada descabellada, si se tiene en cuenta que, en España, ya existen diferentes sentencias que han obligado el traslado de transformadores, de potencia inferior a la de la subestación, por causar diferentes enfermedades, como leucemia o problemas en el sistema inmunológico.

La explosión fue la gota que colmó el vaso. El Gobierno de Rita Barberà decidió frenar el funcionamiento de la subestación, en parte por el importante alcance social que supuso. Aun así, y a pesar de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dejará sin efecto la licencia de actividad por considerarla peligrosa, la subestación volvió a ser encendida. Los años siguientes se pasaron entre recursos de Iberdrola y Red Eléctrica contra la sentencia del TSJ, hasta que, en 2016, el Tribunal Superior anulaba, definitivamente, la licencia de actividad.

La subestación de Patraix se sigue poniendo en funcionamiento puntualmente

De manera puntual, esta subestación se sigue poniendo en funcionamiento, y los vecinos, igual que lo hicieron ayer por la tarde, se siguen concentrando en cada aniversario para pedir el traslado y desmantelamiento de la subestación. Y es que tal y como comentaba, a València Extra, el responsable y portavoz de la Comisión de Traslado de la Subestación de Patraix de la Asociación de Vecinos de Favara, Tomás Frutos, en una entrevista, ‘nuestro propósito es que esta instalación desaparezca. Motivos tenemos, sobre todo, porque es peligroso para los vecinos que viven cerca. Esta es nuestra lucha desde hace tantos años. La subestación de Patraix no tiene licencia de actividad. Esta subestación fue un capricho de Iberdrola, que se obstinó a construirla aquí, pero nosotros también estamos obstinados en su cierre’.

El proyecto ha desaparecido de los Presupuestos Generales del Estado

Desde el actual Gobierno valenciano también se está trabajando en trasladar la subestación junto al cementerio. Así, el Alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha puesto de manifiesto su intención de retomar los contactos con el Ministerio de Industria para poner encima de la mesa un proyecto que ‘ha desaparecido de los Presupuestos Generales del Estado’. Asimismo, ha defendido que ‘estas infraestructuras se tienen que hacer bajo tierra, como la de la avenida de Francia’. Por el momento, este proyecto está paralizado, y los vecinos de Patraix se ven en la obligación de seguir con la lucha. València Extra ha hablado con Toni Pla, Presidente de la Asociación Vecinal de Patraix, y Vicepresidente de la Federación Asociaciones de Vecinos de Valencia, y esto es lo que ha querido transmitir:

EL ENGAÑO DEL SARCÓFAGO ELÉCTRICO

Un 15 de mayo del 2007 una explosión reventó los laterales del sarcófago de hormigón que a golpe de protesta, a golpe de la fuerza de la policía, fueron construyendo en contra de un barrio, un distrito , una ciudad.A fecha de hoy, en el año 2018, después de 11 años, esa explosión nos dejó con el corazón en un puño y confirmo lo que por activa y pasiva querían desmentir por distintas fuentes porque aquí en Patraix ocurrió…. “las subestaciones explotan”.

No sólo es la percepción de riesgo que tienen los ciudadanos, porque sí, en este tipo de instalaciones, sino que el hecho fue evidente y, a escasos 12 metros de distancia de las viviendas, explotó no solo lo que nos vendían como una instalación segurísima, sino que además , y quizá lo más importante, son los posibles riesgos a la salud que pueden provocar las ondas electromagnéticas en un espacio donde siempre se había dicho que iría un espacio dotacional, un jardín, una biblioteca, un…..pero no un sarcófago eléctrico.

Hace años que nos enteramos, en un tórrido mes de agosto, por un articulo de prensa, que casi nadie estaba atento a esas pequeñas comunicaciones en modo de artículo donde anunciaban por obligación y exposición pública instalaciones de este tipo para poder alegar, casi de tapadillo, de forma oculta, que iban varias subestaciones a construirse y entre ellas la de Patraix. La mayoría política del Ayuntamiento repetía que debíamos dirigir nuestra negativa a esta instalación y echar la culpa al Gobierno Central sin más. Nosotros sólo queríamos que no se hiciera en ese espacio y que había alternativas para su ubicación si era necesaria para la sostenibilidad de la red eléctrica de la ciudad.

Instalación que, por cierto, fue requerida su cierre por el Pleno del Ayuntamiento de Valencia al Ministerio de industria, Red eléctrica Española SAU e Iberdrola SAU y aún a pesar de no tener licencia, porque es calificada como actividad peligrosa, aún hoy no han mostrado intención de desmantelarla y trasladarla cerca del cauce del río, ya que no está contemplada en la planificación energética que está en vigencia hasta 2022 en esa nueva ubicación.

¿Qué más hace falta ya para decir a estas grandes empresas que sean sostenibles?, ¡Escuchen a la ciudadanía por favor! y por supuesto, escuchen a los representantes que el 29 de Junio del 2017 por unanimidad apoyó una declaración institucional sobre la subestación de Patraix instando a su cierre por considerar la peligrosidad en pleno casco urbano de Valencia.

Puede pasar tiempo, puede que se consiga el traslado, pero lo que no olvidaremos nunca será la presión, la prepotencia, los antidisturbios, los camiones entrando a la fuerza, el sarcófago de hormigón creciendo en las narices de la ciudadanía, y que la queja fuera dirigida contra la administración central como arma arrojadiza donde los que gobernaban el Ayuntamiento no tenían esa mayoría que tanto estaban acostumbrados en esta Comunidad, y que llevaba a dar la espalda a un clamor que hoy, teniendo esa mayoría en el gobierno central, hacen oídos sordos al grito de : SUBESTACIÓN ELÉCTRICA DE PATRAIX “FUERA”.

 

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