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¿La contaminación podría estar relacionada con la alta mortalidad causada por el coronavirus? Todavía se necesitarían más pruebas científicas para corroborarlo. No obstante, de acuerdo con el estudio realizado por la Universidad Halle-Wittenberg, en Alemania, "el 78% de las 4.443 muertes registradas, en un solo día en Europa, ocurrieron en cinco áreas específicas y altamente contaminadas", y que corresponderían a cuatro regiones del norte de Italia y Madrid. Sin embargo, no sería el único estudio que avalara esta hipótesis.
Y es que, según el análisis realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, a partir de los datos de 3.000 condados norteamericanos, la mortalidad del coronavirus aumentaría en las zonas con mayor concentración de micropartículas PM 2,5, que provienen, mayormente, de las emisiones del tráfico y las calefacciones. Así, dicen, "un pequeño incremento en la exposición prolongada a las micropartículas PM 2,5 lleva a un gran aumento en la tasa de mortalidad por COVID-19 en el país".
Pero, además, pese a que la Organización Mundial de la Salud apunta a que hacen falta más datos para comprobarlo científicamente, sí que considera la contaminación como uno de los principales problemas de salud pública por el que se producen más de siete millones de muertes prematuras. Así, con el proceso de desescalada a la vuelta de la esquina, algunos países como Francia, Alemania o Bélgica están aplicando medidas para incentivar el uso de la bicicleta, y ya no solo porque garantiza el distanciamiento social en los desplazamientos, sino porque contribuirá a mantener una mejor calidad del aire, ahora que la paralización de la actividad ha provocado un descenso significativo de los niveles de contaminación en las principales ciudades.
De hecho, en España, València es una de las grandes ciudades que más ha reducido sus niveles de contaminación. Pero, además, su apuesta por la movilidad sostenible, con la creación del anillo ciclista, así como por la recuperación del espacio para el peatón, con los diferentes proyectos de peatonalización, facilitará que la calidad del aire se siga manteniendo en unos niveles óptimos.
València Extra ha hablado con Antonio Llópez, miembro de València en Bici, que ha apuntado que "son muchas ciudades en el mundo e incluso regiones metropolitanas las que estaban llevando adelante programas de reconversión de la movilidad heredada hacia una más sostenible, y la pandemia del coronavirus, más que involucionar esos planes, lo que debería propiciar en los países con inteligencia colectiva es la aceleración de esos programas" porque, explica, "las partículas en suspensión de la contaminación permite que los virus se adhieran a ellas y estén más tiempo en el aire".
En este sentido, y ante los planes de las grandes ciudades por promover la movilidad sostenible, desde València en Bici señalan que "ante el temor de que la gente abandone el transporte público por miedo al contagio", es importante no solo concienciar a la ciudadanía "para que no utilicen el coche sin verdadera necesidad", sino que, además, "es necesario que se gane espacio para peatones y ciclistas, y eso quiere decir que habrá ciudades en las que muchas avenidas, con varios carriles destinados a los vehículos a motor, deban pasar provisionalmente, y esperemos que para siempre, para los usuarios de los modos de transporte activos como el caminar o la bicicleta".
En este punto, Antonio Llópez pide que "es momento de que se permita transportar la bici en el metro", pero además, también es momento de actuar sobre otros factores, como "el mantenimiento indefinido del teletrabajo o la entrada escalonada a muchos centros de trabajo para evitar las horas puntas en el transporte público".
La sociedad, tras la crisis sanitaria del Covid-19, tiene que evolucionar hacia una más concienciada con la importancia de preservar el medio ambiente y, por supuesto, una de las medidas clave en este cambio tiene que ser la movilidad sostenible.