Valencia

La nueva comunidad energética local del colegio Ballester Fandos de la Malva-rosa se suma a las creadas por el Ayuntamiento

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comunitat energètica CEIP Ballester Fandos Malva-rosa
El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética del Ayuntamiento de València, Alejandro Ramon, ha asistido este viernes al acto de firma de los estatutos fundacionales de la Comunidad Energética Solidaria Malva-rosa, la primera comunidad energética local surgida desde la sociedad civil, en concreto a iniciativa de la directiva y la AMPA del Centro de Educación Infantil y Primaria Ballester Fandos, del barrio de la Malva-rosa, en colaboración con la ONG Save the Children, y que se suma a las promovidas por el consistorio en Castellar y en los barrios de Aiora y l’Illa Perduda.“Dentro de nuestra estrategia por la transición energética estamos apostando claramente por las comunidades energéticas y nos alegra muchísimo que haya iniciativas de la sociedad civil que se sumen a esta apuesta”, ha afirmado Alejandro Ramon, que ha anunciado que la primera comunidad energética local, la de Castellar, se prevé que esté operativa antes de que finalice el año. El concejal ha puesto en valor que la nueva comunidad energética de la Malva-rosa se basa en un proyecto de autoconsumo para el propio centro y que destinará los excedentes de esa producción fotovoltaica tanto para familias del alumnado como para otras familias del barrio que estén en situación de vulnerabilidad, para paliar esa situación económica que dificulta poder hacer frente a la factura de la luz.El objetivo general del proyecto es, de hecho, ser una escuela energéticamente autosuficiente y colaborar en la erradicación de la pobreza energética constituyendo una comunidad energética solidaria con las familias del alumnado y los vecinos y vecinas del barrio. La iniciativa busca aumentar la autonomía y soberanía energética de quienes se asocien, reduciendo su dependencia energética de terceras entidades, a través del ahorro energético, la eficiencia y la producción de energías renovables de proximidad.El proyecto prevé la instalación de placas fotovoltaicas en la cubierta del centro educativo, la energía generada servirá para cubrir parte de los consumos del propio centro y destinará los excedentes a abastecer a las familias de los alumnos y vecinos del barrio en situación de vulnerabilidad.El concejal ha destacado el compromiso de este centro educativo, que también ha participado en el proyecto 50/50, el programa de educación energética que fomenta una visión crítica de la actuación de las personas sobre el medio ambiente e incluye actividades de concienciación y sensibilización para promover prácticas eficientes en el uso de energía y agua. De ahí la decisión del centro de dar un paso más hacia la autosuficiencia energética instalando placas fotovoltaicas en las cubiertas del centro, que serán parcialmente financiadas gracias a los ahorros obtenidos en el programa 50/50.El director del CEIP Ballester Fandos, Vicent Ripoll, ha explicado que pretenden ser “una escuela sostenible y buscamos energías alternativas para conseguir este objetivo, a la vez que queremos ser solidarios con las personas en pobreza energética, inicialmente las familias del centro y en un futuro con las familias del barrio que cumplan estos requisitos”.La instalación de placas fotovoltaicas está proyectada inicialmente en varias fases, según el centro vaya consiguiendo la financiación necesaria.