Los mercados municipales son una parte esencial de la cultura valenciana, pero también un importante motor económico para la ciudad. Sus productos frescos y de proximidad, pero también la cercanía y el buen ambiente que se respira hace que se hayan convertido en uno de los mejores espacios para ir a comprar. Y, sin duda, el Mercado Central se alza como el mercado por excelencia para buena parte de la ciudadanía.
Ahora, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Mercado Central de València recibe la etiqueta Km 0, que concede el Instituto de Certificación Certex. Un reconocimiento más a la apuesta de este mercado por los productos de proximidad. Cristina Oliete, gerente del Mercado Central, explica, a València Extra, que la etiqueta Km 0 supone "un reconocimiento público a lo que el mercado lleva ofreciendo desde hace siglos". "Hemos apostado siempre por los productos de kilómetro cero. De hecho, son los propios agricultores los que nos venden directamente sus productos, o bien a través de la Tira de Contar".
"Es cierto que en la amplia oferta del Mercado Central también hay productos internacionales, pero, en su gran mayoría, son productos de proximidad, como nuestros quesos o nuestros pescados, garantizando la frescura de cara al consumidor", explica Cristina Oliete. Además, "al tratarse de productos de kilómetro 0 apostamos por la sostenibilidad, al reducir la contaminación atmosférica derivada del transporte, y favorecemos la economía local".
El proyecto Km 0 se basa en iniciativas similares que se están desarrollando en otros países del entorno, como Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos e Italia, y tiene como objetivo impulsar el consumo responsable de los productos de proximidad, por su contribución a frenar el cambio climático y por su impulso a la economía de la ciudad.
Así, desde la entidad que ha otorgado este reconocimiento al Mercado Central de València señalan que "los cerca de 300 puestos representan estos valores, con una extensa oferta de más 20.000 productos frescos de alimentación, que incluyen variedad de frutas, frutos secos, verduras, carnes, pescados y mariscos, jamones, embutidos, quesos, panes y dulces, salazones, encurtidos, además de cervezas, vinos y licores de distintas regiones del país".
Pero, además, el Mercado Central se caracteriza por estar siempre al lado de las personas. Incluso en los momentos más duros de la pandemia, sus puertas no han cerrado y los vendedores y vendedoras han seguido ofreciendo productos frescos y de calidad. De hecho, Cristina Oliete cuenta que "ha sido un redescubrimiento del mercado".
"Durante el confinamiento, hemos atendido a más de 2.000 familias. Hemos llevado la compra a domicilio a través de la plataforma de compra online, pero también muchos vendedores han acercado la compra a las casas. Ahora, cuando ha comenzado la desescalada, muchas personas han venido hasta aquí para agradecerles el esfuerzo. Es muy emocionante".
Este tiempo también ha servido para que la ciudadanía descubra nuevas formas de comprar en el Mercado Central porque, aunque no todos pueden hacerlo en el horario comercial, "tenemos tanto la plataforma de servicio a domicilio, como el servicio de consigna frigorífica, que permite al consumidor recoger su compra hasta las 21:00 horas".
La compra en los mercados está cada vez más integrada en el día a día de los valencianos y valencianas, y el Mercado Central continúa innovando para facilitar la compra a la ciudadanía porque volver al mercado es volver a los orígenes.