El concejal de Movildiad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha presentado los nuevos bonos -y algunos cambios- para la Empresa Municipal de Transportes (EMT), es decir, los autobuses urbanos de transporte público. Unos cambios que se centran, sobre todo, en ampliar la cobertura a diversos colectivos y franjas de edad para "reforzar su derecho" al transporte público.
Según ha contado el concejal, los "niños y niñas menores de 14 años podrán viajar de manera ilimitada con EMT en 2020", como principal anuncio. Así, el bono EMT Infantil se amplía tres años de los 11 a los 14; todos aquellos jóvenes empadronados en la ciudad de esta franja de edad podrán viajar sin límite por cinco euros cada dos años, es decir, 2,5€ anuales. Una "ampliación" paralela, también, a la de EMT Jove: la edad límite de 25 años para este bono aumenta hasta los 30 para atender, entre otras cuestiones, el "derecho" al "transporte público" y los "problemas" relacionados con la búsqueda de empleo entre personas jóvenes.
También se actualiza el bono EMT Amb Tú. Este bono, con un precio igual que el infantil, de 5€ cada dos años, servía para que las personas con menos recursos económicos pudieran optar al transporte público. Ahora, también podrán hacer uso de este los hijos e hijas de víctimas de violencia machista.
"Más amable"
Grezzi asegura que si se continúa con estas políticas es, en parte, por los "buenos resultados" de la empresa pública: "Gracias a la buena gestión económica realizada, hemos dejado la deuda casi a cero, y podemos ampliar esa cobertura a muchas franjas poblacionales y de edades", ha incidido.
Sólo en comparación de este año respecto al anterior hasta octubre -que ya acumulaba una gran subida-, las validaciones del bono EMT Infantil son un 6% superiores, con 958.436. También ha aumentado, un 4% hasta octubre, la evolución de los bonos EMT Jove; un dato que esperan que en 2020, con la nueva franja de edad hasta los 30, mejore todavía más sus cifras.
Desde la concejalía creen que el trabajo de la EMT tiene que ver, también, con la "pacificación" de la ciudad; desde 2015, ha aumentado el uso de EMT -y Metrovalencia, dependiente de la Generalitat- y de los carriles bici, a la vez que el tránsito motorizado ha disminuido un 4%. "Lo movilidad en València es cada vez más amable", ha asegurado Grezzi.
Señala, sin embargo, la necesidad de aumentar la financiación del Estado; la infrafinanciación a la Comunitat Valenciana también afecta al transporte metropolitano del Cap i Casal, tanto el metro como autobuses. Mientras Barcelona y Madrid reciben más de 100 millones anuales para esto, València tiene asignados 10 -que llegan con retraso-. Unas inversiones que son necesarias también, asegura Grezzi, para avanzar en la integración tarifaria de todo el transporte metropolitano de la ciudad.