Valencia vivirá este martes 4 de noviembre una jornada de movilizaciones del sector del taxi, que ha convocado un paro de cuatro horas para denunciar la "dejación de funciones" del departamento autonómico de Transportes y la falta de control sobre los vehículos de transporte con conductor (VTC). La protesta tendrá lugar entre las 8:30 y las 12:30 horas, con marchas de taxis por el centro de la ciudad y concentraciones frente al Ayuntamiento y la Conselleria de Transportes.
La jornada comenzará a las 8:00 horas con concentraciones en dos puntos de la ciudad: Avenida de los Naranjos con Avenida de Cataluña (licencias pares) y Avenida Camp de Túria con Avenida Cortes Valencianas (licencias impares). A las 8:30 horas, los taxis iniciarán su recorrido hacia la Plaza de España, pasando por arterias principales como Gran Vía, Aragón, Pío XII y San Vicente, antes de dirigirse al Ayuntamiento, donde se entregará un escrito a la alcaldesa. La protesta concluirá en la Conselleria de Transportes, en la Avenida 9 de Octubre, con la lectura de un manifiesto y la entrega de un documento al conseller Vicente Martínez Mus, y está previsto que finalice hacia las 12:30 horas.
Ante la convocatoria, la Asociación Profesional de la Movilidad de la Comunidad Valenciana (Movva), que agrupa a más de 900 autorizaciones VTC y 50 licencias de taxi, anunció que reforzará su servicio ese día para garantizar la movilidad de los ciudadanos valencianos.
Un conflicto histórico
El enfrentamiento entre taxis y VTC se arrastra desde hace años, pero ha escalado recientemente debido a lo que los taxistas califican de "inacción" de la Generalitat. Los taxistas acusan a las VTC de operar fuera de la normativa, competir de manera desleal y permitir que vehículos de fuera de la Comunitat presten servicios urbanos sin autorización, lo que - afirman - pone en riesgo la viabilidad del servicio público.
Según la Confederación de Taxistas Autónomos de la Comunidad Valenciana (CTACV), la Conselleria no sanciona a las empresas que incumplen la normativa, concede autorizaciones sin exigir requisitos esenciales como seguros obligatorios y limita la inspección del sector. Esto, según los taxistas, genera una competencia desleal que amenaza la supervivencia de muchas familias que dependen del taxi.
Por su parte, las VTC defienden que operan con licencias legales, seguros en regla y bajo control administrativo. El presidente de Movva, Ricardo González, recalca que las VTC no saturan el mercado, sino que responden a una demanda creciente de movilidad, especialmente en aeropuertos y puertos, generando además 2.500 empleos directos y 40 millones de euros anuales en impuestos.
De hecho, González sostiene que la movilidad en Valencia ha crecido un 35% desde 2019, y que ambos modelos - taxi y VTC - deberían convivir bajo reglas claras que respeten la legalidad europea y garanticen la libertad de establecimiento.