El mercado inmobiliario de Valencia continúa al alza este año, y comprar vivienda en la ciudad sigue siendo un reto para muchos. Los precios se han disparado en numerosos barrios, especialmente en los distritos más céntricos, donde el metro cuadrado supera con facilidad los 4.500 euros. Sin embargo, aún existen zonas donde adquirir una vivienda es más accesible. Gracias al índice de precios del portal inmobiliario Idealista de octubre de 2025, es posible identificar cuáles son los barrios más baratos de la ciudad.
En el distrito de L’Olivereta, por ejemplo, se encuentran algunos de los precios más bajos de Valencia. La Fontsanta se ha convertido en un barrio clave para quienes buscan vivienda económica, con un precio medio de 2.054 euros por metro cuadrado (€/m²). Este barrio, aunque sigue siendo asequible, ha registrado un incremento anual del 42,9 %, marcando su precio máximo histórico.
No muy lejos, el barrio de Ruzafa presenta un precio de 2.306 €/m², con una subida del 39,9 % respecto al año anterior, mientras que la zona de Gran Vía se sitúa en 2.690 €/m² (+22,9 %), también en niveles históricos.
Otro distrito que mantiene precios relativamente bajos es Rascanya, donde el barrio de Els Orriols se posiciona con un precio medio de 2.042 €/m². A pesar de ser uno de los barrios más baratos de toda Valencia, ha registrado un aumento interanual del 37,7 %, alcanzando su precio máximo histórico, lo que evidencia que la demanda está comenzando a presionar también a los barrios periféricos.
En el distrito de Jesús, barrios como L’Hort de Senabre y Sant Marcel·lí ofrecen precios más asequibles que la media de la ciudad, con 2.581 €/m² y 2.331 €/m² respectivamente. L’Hort de Senabre ha visto subir su precio un 31,3 % en un año, mientras que Sant Marcel·lí alcanza su precio máximo histórico. Por otro lado, La Raiosa, se sitúa en 3.216 €/m², con una subida del 36,6 % respecto al año anterior, reforzando la idea de que incluso los barrios periféricos que durante años fueron más económicos comienzan a experimentar aumentos significativos.
El distrito de Poblats Marítims también ofrece alternativas económicas, especialmente en barrios como Natzaret, que mantiene un precio medio de 2.014 €/m² (+29,2 %). Si bien sigue siendo uno de los barrios más baratos de la ciudad, su cercanía al mar y a proyectos de rehabilitación urbana hacen prever que podría experimentar subidas adicionales en el futuro. Otros barrios del distrito, como El Grau y Playa de la Malvarrosa, presentan precios de 2.856 €/m² y 2.867 €/m², respectivamente, con incrementos interanuales del 3,5 % y del 9 %.
El contraste con los barrios más caros
A pesar de que estos barrios son los más baratos de la ciudad, los incrementos interanuales muestran que la oportunidad para comprar a precio bajo podría no durar mucho. Las subidas superiores al 30 % en algunas regiones reflejan una presión creciente del mercado, impulsada tanto por la demanda interna como por el interés de los inversores en barrios periféricos con potencial de revalorización.
Los barrios céntricos muestran precios que duplican los de las zonas periféricas. En el distrito de L’Eixample, por ejemplo, El Pla del Remei alcanza los 5.405 €/m² (+17,5 %), mientras que Gran Vía llega a 5.042 €/m² (+18,9 %) y Russafa en este distrito se sitúa en 4.647 €/m² (+22,7 %), todos ellos marcando precios máximos históricos.
Otros barrios centrales, como Sant Francesc en Ciutat Vella, registran 4.815 €/m² (+24,1 %), y Penya-Roja, en Camins al Grau, se dispara hasta los 4.889 €/m² (+20 %). Estas cifras ponen de manifiesto la gran diferencia entre el centro y la periferia, y explican por qué muchos compradores con presupuestos limitados se decantan por barrios más alejados.
Además de los precios más bajos, los barrios periféricos suelen ofrecer otras ventajas que los hacen atractivos. La proximidad a servicios, colegios y transporte público, junto con el crecimiento de infraestructuras y proyectos de rehabilitación urbana, ha aumentado el interés de compradores jóvenes y familias. Barrios como L’Hort de Senabre, Sant Marcel·lí o La Fontsanta, por ejemplo, combinan precio asequible con accesibilidad al centro y buena oferta de servicios, convirtiéndolos en una opción estratégica para quienes buscan equilibrio entre inversión y habitabilidad.
En definitiva, aunque Valencia sigue siendo una ciudad cara para adquirir vivienda, aún existen barrios donde es posible comprar a precios más bajos. Els Orriols, La Fontsanta, Natzaret, Sant Marcel·lí, L’Hort de Senabre y Benicalap se presentan como las mejores alternativas para quienes buscan una vivienda asequible sin renunciar a la proximidad a la ciudad.
Eso sí, los incrementos interanuales muestran que estos precios no se mantendrán mucho tiempo, y la demanda creciente podría seguir empujando al alza los valores en los próximos meses. Para quienes buscan comprar ahora, conocer bien los barrios periféricos y actuar con rapidez será clave para encontrar una vivienda a un precio competitivo en Valencia en otoño de 2025.