El Ayuntamiento de València ha cerrado dos toboganes del Parque Gulliver, apenas un mes después del regreso y celebración oficial de su apertura, tras descubrir algunas nuevas patologías que se han reconocido en un tobogán grande y de boca amplia, y otro más pequeños que simula uno de los dedos del gigante.
Así pues, las atracciones han quedado selladas con una valla de obra y con precinto otra. Según han informado fuentes al Levante-EMV, hoy ha acudido la dirección facultativa al Gulliver, para determinar los trabajos que hay que hacer; y mañana irán los operarios para arreglar estos desperfectos, pese a que es algo normal debido a su uso diario.
Además, fuentes municipales han añadido al diario citado que se realizará la reparación por la mañana, con lo que tiene menos impacto entre los usuarios, ya que por la tarde es cuando van más niños y niñas a disfrutar del recinto. Durante su gran rehabilitación integral, la figura central fue rehabilitada completamente con la reparación de la superficie, de los elementos complementarios, y de la sustitución de redes para trepar, así como también se llevó a cabo la sustitución del sistema de ventilación y del sistema contraincendios existente, la implementación de un sistema de detección de humos y de un mayor alumbrado, y la sustitución de carpinterías.
En este sentido, no se cerrará todo el parque sino que quedarán inutilizados ambos toboganes ya mencionados, pese a ser una pieza importante de la figura. Asimismo, mientras la empresa se encarga de arreglar la obra, que está en garantía, el resto de toboganes seguirán abiertos, así como el área de pícnic, que se renovó con la habilitación de nuevas zonas de estancia y de un anillo perimetral con mayor flexibilidad de uso, por lo que se podrán utilizar sin ningún inconveniente.