El Ayuntamiento de València encara la recta final de las obras de urbanización del entorno de la plaza de Segòvia, en el barrio de l’Hort de Senabre, con un presupuesto cercano a los 340.000 euros. Los trabajos, que comenzaron el pasado 5 de mayo, estarán concluidos en la primera quincena de septiembre y supondrán una mejora en la conexión del vecindario con el centro de salud de la zona.
La intervención municipal completa la urbanización de este sector del distrito de Jesús, que abarca la plaza de Segòvia, la avenida Doctor Tomàs Sala, la calle Jerònima Galés y los viales peatonales del bulevar sur. Con esta actuación se da continuidad a las infraestructuras y aceras ya ejecutadas en 2022, además de incorporar una nueva franja de aparcamiento en batería de 4,5 metros de anchura y 34 metros de longitud.
Mejoras en accesibilidad, iluminación y entorno patrimonial
El concejal de Urbanismo y alcalde en funciones, Juan Giner, visitó las obras acompañado por técnicos municipales y responsables de la empresa adjudicataria. Según destacó, el objetivo principal de la actuación es facilitar la accesibilidad y la movilidad peatonal, con especial atención al acceso al centro de salud. Para ello, se han nivelado terrenos que antes se encontraban a cotas más bajas y se ha intervenido en la esquina con la calle Paco Sanz, incorporando un nuevo paso de peatones con pavimentos señalizadores.
Las mejoras incluyen también la instalación de siete farolas con luminarias LED en el vial peatonal y otros cinco puntos de luz en la acera de Doctor Tomàs Sala. Asimismo, se han habilitado cinco nuevos alcorques para la plantación de ejemplares de Brachychiton Acerifolia. La parcela donde se ubican las históricas Barracas de Burguet, de titularidad municipal, se ha cerrado perimetralmente con un vallado de seguridad y un murete de contención.
Las Barracas de Burguet, declaradas Bien de Relevancia Local, han sido respetadas durante la ejecución de los trabajos. Estas edificaciones tradicionales, levantadas entre finales del siglo XIX y principios del XX, mantienen su estructura original y se encuentran en buen estado de conservación. La obra, adjudicada a la empresa Becsa el pasado mes de febrero, debía finalizar a principios de septiembre, aunque se prolongará unos días debido a las restricciones horarias impuestas para proteger la salud de los operarios durante la ola de calor.