Se cumplen 62 años de la Gran Riada de València o, como se conoce popularmente ‘la riuà’. Hoy, 14 de octubre, se rememora una de las peores tragedias que azotó a la ciudad de València, y que se saldó con un total de 81 muertes. Fueron innumerables, además, los daños materiales que se produjeron. Y es que después de las lluvias, comenzó la ‘batalla del barro’ que se centró en unos 11,2 kilómetros cuadrados de la zona urbana, donde se llegaron a acumular alrededor de 1.131.000 toneladas de barro.
A raíz de este trágico día, y como medida preventiva, se construyó el Plan Sur, que consistía en la desviación del río Turia por el sur y en la colocación de las vías en paralelo al nuevo cauce. Asimismo, también se llevó a cabo la construcción del pantano de Loriguilla. Pero, ¿sería posible una nueva riada? Hay voces que apuntan a que el nuevo cauce del Turia tendría una capacidad limitada para soportar el caudal de agua que se produjo en 1957.
Lo cierto es que los efectos del cambio climático ya se están empezando a notar con episodios drásticos como los vividos el pasado mes de septiembre. Así, como apuntan diferentes asociaciones, las lluvias torrenciales o las altas temperaturas serán factores con los que se tendrá que lidiar si no se pone ya el freno.