Hoy los nervios están a flor de piel para miles de estudiantes en toda España, que se presentan a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) para comenzar a labrarse su futuro. Un momento clave en el que participarán casi 24.000 alumnos y alumnas de la Comunitat Valenciana, de los que, una buena parte, buscan obtener plaza en un centro que les ofrezca calidad en la formación y en el día a día, dos factores de lo que presume la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón.
Y es que, a la hora de buscar universidad, no solo se tiene en cuenta la oferta académica sino también qué distingue a ese centro de otros. Así, esta universidad pública tiene entre sus ideales la transformación social a través de la educación, que consigue no solo a nivel académico, sino con un acompañamiento del equipo de docentes en unas instalaciones dinámicas e innovadoras.
Mucho más que ir a clase
Estudiar en la Universitat Jaume I (UJI) no es solo asistir a clase. Es también vivir la universidad en un entorno pensado para personas que buscan aprender y mostrar todo su potencial. Un campus único que optimiza el tiempo, ya que todo está a tu alcance, sin desplazamientos innecesarios, y en aulas con grupos reducidos que permiten una enseñanza cercana y personalizada, con relaciones humanas, de tú a tú.
La UJI cuida también del bienestar del alumnado y ofrece un completo servicio de deportes, un programa de salud integral y espacios verdes que invitan a desconectar. De hecho, el ágora universitaria y los jardines son puntos de encuentro donde la vida universitaria se convierte en comunidad cada día antes o después de las clases.
Además de la propuesta deportiva, es posible avanzar en el estudio de lenguas con el Servicio de Autoaprendizaje, participar en una programación cultural activa o implicarte en asociaciones estudiantiles que dan vida al campus. El reto, aseguran desde la universidad pública, es invitar a participar, a construir y a diseñar proyectos reales de futuro entre todas y todos.
Innovación, internacionalización y cercanía
Cabe destacar que la vocación internacional es otro de los sellos de identidad de la UJI, que forma parte de la alianza European Digital UniverCity (EDUC). Esta red conecta universidades de siete países para ofrecer formación conjunta, movilidad, intercambios virtuales y un campus digital compartido que rompe fronteras y acerca a su alumnado a una experiencia educativa global.
Pero si algo distingue a la UJI es su dimensión humana. La universidad ofrece una relación cercana y accesible entre profesorado y alumnado, favoreciendo el acompañamiento y la creación de un ambiente de confianza, diálogo y crecimiento. Aquí, cada estudiante es parte activa de una comunidad que comparte valores como la inclusión, la igualdad de oportunidades y la sostenibilidad, señalan desde el propio centro.
Una oferta académica que crece y evoluciona
En un momento como este, hay quienes ya tienen claro qué quieren estudiar o quienes dudan entre varias opciones. La UJI cuenta con más de 30 años de enseñanza y una oferta académica que crece y evoluciona al ritmo de la sociedad, formada por 35 grados, dobles titulaciones nacionales e internacionales y más de 60 programas de máster y doctorado. Además, cada titulación se revisa y actualiza para reflejar la realidad cambiante del mercado laboral.
En este sentido, cuenta con titulaciones en Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura, a los que se suman másteres de formación permanente y diplomas propios y programas de doctorado. Todos ellos, pueden consultarse en la web www.uji.es.
Además, la UJI forma parte de los rankings internacionales que destacan a las mejores universidades jóvenes, como el Times Higher Education Young University Rankings. Esta posición es fruto de su apuesta constante por la excelencia académica, la calidad de la investigación y un modelo educativo basado en la cercanía y la atención personalizada que, cada vez más, es escogido por los jóvenes que comienzan sus estudios universitarios.