Máxima preocupación en el Reino Unido por el estado de salud de la Reina Isabel II. La monarca, de 96 años, se encuentra en su residencia de Balmoral, en Escocia, bajo supervisión médica y con un estado de salud “preocupante”. Junto a ella se encuentran el príncipe Carlos, su esposa Camila y su hijo Guillermo y se espera que en las próximas horas la acompañen el resto de la familia real británica.
Pero, ¿qué protocolos se siguen en caso de que Isabel II fallezca? La famosa Operación Puente de Londres (Operation London Bridge, en inglés) es el nombre en clave del operativo que se llevará a cabo para anunciar su muerte y proceder a la sucesión de la corona, un plan diseñado en la década de los 60 en el que se planifica la actuación de los distintos organismos gubernamentales, la Iglesia anglicana, la Policía Metropolitana de Londres, las Fuerzas Armadas Británicas, los parques reales, los medios de comunicación, la Autoridad del Gran Londres y el organismo del transporte municipal.
D-Day es como llamarán al día de la muerte, que será el primero de 10 días de luto.
Operation Unicorn
Sin embargo, existe otro protocolo menos conocido que se activaría en caso de que muriera en Escocia, su residencia de verano, ubicación en la que se encuentra actualmente: la Operación Unicornio (Operation Unicorn, en inglés).
En este caso, lo primero que pasaría antes de hacerse pública la noticia es que las sesiones parlamentarias en Westminster, el Parlamento escocés, el Senedd galés y la Asamblea de Irlanda del Norte serían suspendidas.
Posteriormente, el féretro de la monarca se trasladaría de Balmoral al Palacio de Holyrood en Edimburgo, capital de Escocia. Su ataúd sería llevado por toda la Royal Mile hasta la catedral de St. Giles, donde se realizaría una misa solemne en su recuerdo. Para finalizar, se llevaría a la estación de tren de Waverley para ser colocada en el Royal Train de regreso a Londres.