Los destinos de playa más reconocidos de Europa ofrecen mucho más que sol y mar; destacan por su riqueza histórica y su excelente gastronomía. Muchas playas europeas se encuentran junto a las aguas del Mediterráneo, rodeadas de impresionantes acantilados que las convierten en lugares únicos. Hay rincones de arena suave, cuevas marinas y bares escondidos que esperan ser descubiertos… Jetcost ha elaborado un ranking con las playas más originales y secretas de Europa según los usuarios. Así, entre estas 14 playas, se ha colado una de la Comunitat Valenciana.
Descubre la playa valenciana más original de Europa según Jetcost
Se trata de la Cala del Moraig, en la provincia de Alicante. Situada entre Moraira y Jávea, en el término municipal de El Poble Nou de Benitatxell, esta playa tiene unos 300 metros de longitud y combina grava, arena dorada y aguas cristalinas. Su entorno natural es espectacular, rodeado de acantilados, formaciones rocosas y vegetación, oculta tras el macizo del Puig Llorença.
Entre las formaciones destaca la Cova dels Arcs, una cueva marina que es en realidad la salida al mar de un río subterráneo. Es visitable, pero hay que tener precaución, ya que las rocas pueden ser resbaladizas. Dentro de la cueva, hay galerías que exploran submarinistas experimentados. Además, en la parte norte de la Cala del Moraig, el nudismo es una práctica habitual entre los visitantes.
Ranking completo de las playas más originales de Europa
- Playa Elafonisi, Creta (Grecia): Justo en frente de la playa se encuentra la pequeña isla de Elafonissi que, según las mareas, a veces está conectada con el continente a través de una estrecha franja de arena, mientras que con la marea más alta es una isla real a la que se puede llegar caminando por las aguas del mar que llegan hasta las rodillas.
- Cala Mariolu, Cerdeña (Italia): Se trata de un rincón salvaje y virgen, una caleta íntima caracterizada por abundantes piedras blancas y rosas que se descubren después de un recorrido por la naturaleza selvática o un paseo en barco. Es conocida por is pùligi de nie (las pulgas de nieve) unas piedras blancas y rosas, mezcladas con la arena, que la componen.
- Cala Macarella, Menorca, Islas Baleares (España): Está a 14 kilómetros de Ciutadella y está considerada una de las playas más bellas. Protegida por el Plan Territorial Insular y por la Red Natura, la icónica cala ofrece un paisaje espectacular: talud de arena, un agua cristalina y tranquila, una pendiente suave y una brisa marina.
- Praia da Marinha, Algarve (Portugal): A unos 60 kilómetros de Faro, hacia el oeste, se encuentra Praia da Marinha, considerada la más bella del sur de Portugal y una de las 10 playas más bellas de Europa. Para disfrutarla, vale la pena madrugar y visitarla muy pronto por la mañana.
- Playa de Marina Grande, Positano, Campania (Italia): Con su pintoresca ubicación enmarcada por los coloridos acantilados de Positano, se encuentra a los pies de la famosa y evocadora iglesia de la ciudad, la Chiesa dell'Assunta. Tiene una extensión de unos 300 metros y está formada por guijarros y arena negra.
- Fomm ir-Rih, Mgarr (Malta): La playa más salvaje y aislada de la isla, no es apta para cardíacos: el camino de bajada es empinado y puede volverse resbaladizo, y aunque solo se tarda 20 minutos a pie desde el pequeño aparcamiento, la subida puede llevar más tiempo. Sin embargo, merece la pena por las aguas cristalinas y las vistas de los acantilados circundantes, además de la sensación de haber escapado de las multitudes.
- Playa de Calahonda, Málaga, Andalucía (España): Es sin duda la playa más fotografiada y visitada de Nerja, debido, entre otras cosas a su céntrica situación próxima al Paseo del Balcón de Europa, un mirador con impresionantes vistas al mar Mediterráneo, y colindante con la cala del Chorrillo. Sus antiguas casas o almacenes construidos próximos a las rocas, de paredes blancas y puertas azules dotan a esta playa de un encanto particular.
- Playa Ölüdeniz, Costa Turquesa (Turquía): Destaca la playa Ölüdeniz y la Laguna Azul conocidas por sus aguas de tonalidades turquesas que ofrecen una gran variedad de atracciones turísticas, es recomendable practicar snorkel y disfrutar de excelentes pide (pizza turca). También es el punto de partida para una de las rutas más grandes y conocidas de Turquía, la Vía Licia.
- Praia dos Três Irmãos, Algarve (Portugal): En los meses de julio y agosto suele haber bastante gente, pero no tanto como en las playas más cercanas al centro de Portimão. El agua suele estar tranquila y por lo tanto es bastante segura para los niños. Para comer no es necesario ir muy lejos. Hay restaurantes en la playa, especializados en ricos arroces y una gran variedad de mariscos y pescados asados con abundante guarnición, pero que también ofrecen otras opciones.
- La bahía delle Zagare, Gargano, Puglia (Italia): Un par de poderosos farallones de roca caliza esculpidos y modelados por el viento son el emblema y la característica distintiva de la Bahía delle Zagare, también llamada Baia dei Mergoli, situada cerca de la localidad de Mattinata, en la península de Gargano, un promontorio situado al norte de la Puglia, que alberga paisajes muy variados y espectaculares.
- Playa de las Catedrales, Lugo, Galicia (España): Declarada Monumento Natural es una de las más famosas de toda Galicia y España. Lo más peculiar son sus formaciones rocosas creadas por el viento y el agua, que han llevado a crear curiosas formas. Cuando baja la marea es posible descalzarse y caminar bajo cuevas y descubrir arcos dentro de otros arcos.
- Zlatni Rat, Isla de Brač (Croacia): Se la considera como una de las mejores playas de Europa y del mundo y es un símbolo del turismo croata y de la belleza natural. Hay un bosque centenario de pino mediterráneo justo al borde del agua, donde encontrar fácilmente una sombra para escapar del sol durante las horas más calurosas del día.
- Playa de Papagayo, Lanzarote, Islas Canarias, (España): Una cala de arena blanca, pequeñas dimensiones y enorme belleza. En forma de concha, seduce por sus aguas transparentes de color esmeralda que permanecen todo el día sin oleaje, como si de una piscina se tratase.