Sociedad

El ‘Plan Sur Metropolitano’ que promete cambiar Valencia: qué es y por qué puede ser decisivo

Valencia impulsa un nuevo ‘Plan Sur’ para frenar futuras riadas: así será la gran defensa metropolitana

1 minuto

Nuevo cauce del río Turia

Cuando Valencia mira a su pasado reciente, hay un punto de inflexión que aparece como referencia: la riada de 1957. La catástrofe dio origen a una de las obras hidráulicas más determinantes de la historia contemporánea de la ciudad: el Plan Sur. Aquel proyecto —que permitió sacar el Turia del centro urbano y creó el actual cauce nuevo— redefinió para siempre la relación de Valencia con su río.

Más de sesenta años después, y con un área metropolitana mucho más extensa, urbanizada y vulnerable, surge un nuevo debate que en el Ayuntamiento de la ciudad se define como urgente. De hecho, la alcaldesa, María José Catalá, ha reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de impulsar un “Plan Sur Metropolitano” capaz de responder a un escenario climático donde las inundaciones son una amenaza recurrente.

Y es que, como ya se observó durante la DANA del 29 de octubre de 2024, las infraestructuras que se proyecten para contener o redirigir grandes caudales ya no pueden evaluarse dentro de los límites de un solo municipio, porque la acumulación de agua puede iniciarse en Chiva, ganar fuerza en Aldaia, atravesar Picanya y descargar en l’Horta Sud en cuestión de minutos. Por lo tanto, con los episodios de lluvias cada vez más frecuentes e intensos – es necesario activar un proyecto novedoso que responda a los peligros actuales en lugar de tratar de rescatar planes obsoletos diseñados hace décadas.

Desvíos, almacenamiento de agua y un cauce reforzado

El Ministerio para la Transición Ecológica trabaja actualmente en diversas actuaciones que encajan, en mayor o menor medida, con esta estrategia general. El desvío parcial del barranco de la Saleta hacia una conducción soterrada en Aldaia es una de las obras más importantes, destinada a evitar que los caudales que llegan desde el interior descarguen directamente sobre áreas urbanizadas.

A su vez, se han proyectado varias Zonas de Almacenamiento Controlado (ZAC) que funcionarán como extensas balsas naturales donde las aguas puedan expandirse sin causar daños, lo que reduce su velocidad y permite gestionar la avenida de forma más segura. Estas ZAC, distribuidas en puntos estratégicos desde Loriguilla hasta el entorno industrial de Aldaia, se conciben como auténticos amortiguadores que aliviarán la presión sobre los tramos más frágiles.

Otro de los capítulos decisivos tiene que ver con la regeneración hidrológica-forestal de la cuenca del Poyo. En las laderas altas de esta rambla, cualquier mejora en la densidad de vegetación juega un papel crucial, ya que actúa como freno natural antes de que el agua entre en torrente hacia la llanura. Esta restauración se completará con la construcción de pequeños azudes, estructuras pensadas para ralentizar el avance del agua sin interrumpir permanentemente su curso.

Barranco del Poyo tras la DANA (Rober Solsona)

En Chiva, uno de los puntos donde la rambla suele manifestar un comportamiento más violento, se plantean intervenciones para orientar los flujos del cauce y minimizar los daños en caso de avenidas excepcionales. Todo ello se complementará con la creación de espacios de laminación a lo largo del recorrido, y con la futura utilización de la cantera de Calicanto como otro enclave de almacenamiento temporal.

En la zona cero de la DANA, se prevé una ampliación de la capacidad del cauce del Poyo para evitar que los desbordamientos vuelvan a reproducirse en episodios de lluvia intensa. El desvío del Poyo hacia el nuevo cauce del Turia - a través de una vía verde que conectará ambos sistemas - es una de las actuaciones más determinantes.

Pero incluso todas estas obras resultarán incompletas si no se aborda el punto más crítico del sistema: la capacidad del nuevo cauce del Turia. Este tramo, que originalmente se diseñó para evacuar las aguas del río tras el Plan Sur, tendrá que asumir en el futuro no solo el caudal del Turia, sino también los volúmenes procedentes de la Saleta y del Poyo durante una gran avenida.

Para que el cauce pueda soportar ese esfuerzo, el Gobierno plantea una primera fase de excavación por tramos, con el objetivo de aumentar su profundidad y mejorar su capacidad de desagüe. La inversión prevista ronda los 100 millones de euros y se considera esencial para que todas las demás intervenciones del área metropolitana puedan cumplir su función.

¿Por qué es tan importante este plan?

El concepto de “Plan Sur Metropolitano” no describe únicamente una suma de obras, sino que pretende recordar que solo un enfoque integral puede ofrecer garantías reales frente a fenómenos meteorológicos extremos. En esencia, un sistema metropolitano de prevención permitiría reducir drásticamente el riesgo en los municipios de l’Horta Sud, lo que se traduce en garantizar la protección de más de un millón de habitantes.

Por otro lado, también se busca optimizar los recursos públicos y mejorar la comunicación entre administraciones, evitando que se den intervenciones aisladas sin conexión entre sí. Con todo esto, se llega a conseguir el objetivo común: adaptarse a los nuevos escenarios climáticos que cada vez responden con mayor violencia.