Con la mirada puesta en reducir el impacto de la masificación que se produce cada verano, desde hoy aparcar en el azud de Tuéjar cuesta dinero. Concretamente, unos 5 euros por vehículo entre las 10 y las 15 horas, mientras que entre las 15 y las 17 horas el precio disminuye a 3 euros. Este municipio se suma a otros que ya han regulado el acceso a sus parajes naturales.
Así, quien quiera aparcar su vehículo en el párking del azud de Tuéjar deberá pagar si acude los jueves, viernes, sábados y domingos de julio y agosto. Una vez se saque el tíquet, se puede salir del enclave y volver por la tarde. Tan solo se paga por dejar el coche en esta zona, pero por acceder no paga nadie, por lo que quienes acudan a pie entrarán gratis.
Por otro lado, quienes no pagarán serán los que paguen su impuesto de circulación en Tuéjar. Así, por la matrícula los operarios podrán acceder a la información para saber si los visitantes viven o no en el municipio. Cabe recordar que cuando suceden estos episodios de masificación en pueblos pequeños, los residentes de estas localidades dejan de ir a los enclaves naturales del lugar en el que viven.
De hecho, esta medida fue impulsada por los propios residentes de la localidad a través de un proceso participativo. Así, se decidió poner en marcha esta actuación para reducir la masificación en el Azud de Tuéjar, que ha contado con el apoyo del PP en la oposición.
Desde el Ayuntamiento de Tuéjar, indican que en verano las visitas pueden alcanzar las 800 o incluso las 1.000 personas. Una cantidad de gente que el consistorio, en muchas ocasiones, no podía hacer frente. "Económicamente no se podía sostener, no era rentable, las tareas de mantenimiento eran insostenibles y con esta tasa vamos a repartir la carga", señalan desde Turismo.
Con el dinero recaudado con esta nueva tasa, se podrán pagar los sueldos de las tres personas contratadas para encargarse del acceso de los vehículos y de las taquillas durante el horario estipulado.
Otro municipio que tomó una medida similar fue Antella, que en 2020 restringió el acceso a su azud debido a que los visitantes aparcaban sus vehículos sin control alguno.