El curso escolar 2025-2026 arranca en la Comunitat Valenciana con muchos titulares sobre la mesa: récord de profesorado, nuevas infraestructuras, refuerzos en competencias básicas y la aplicación completa de la conocida como ‘ley de libertad educativa'. El conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para repasar las medidas más relevantes y dibujar un inicio de curso que pivota sobre tres grandes ejes: la libertad de elección lingüística, la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA y el refuerzo de la educación pública con más recursos y programas específicos.
En total, 810.730 alumnos volverán a las aulas, desde Infantil hasta Formación Profesional. Aunque supone un ligero descenso respecto al curso pasado —la baja natalidad sigue marcando las cifras—, hay etapas que ganan peso: Secundaria, Bachillerato y Educación Especial son las que más crecen. Para afrontar este escenario, la Generalitat asegura haber reforzado la plantilla docente, abierto nuevas aulas de inclusión y puesto sobre la mesa inversiones millonarias en programas de apoyo en matemáticas y lectura.
La foto, sobre el papel, parece clara: más profesorado, menos alumnos por clase y nuevas medidas para reforzar la calidad educativa. Aunque, como veremos más adelante, los sindicatos no comparten en absoluto este diagnóstico. Te lo contamos todo:
Más docentes, ratios más bajas y nuevas infraestructuras
El conseller quiso subrayar que este curso habrá 83.592 docentes en las aulas valencianas, un 1,72 % más que el año anterior. La cifra, dijo, confirma la tendencia ascendente desde 2020/21, con 7.572 profesores y profesoras más en la escuela pública en apenas cinco cursos. Según Rovira, este crecimiento permitirá reforzar la atención al alumnado y seguir reduciendo las ratios en todas las etapas educativas.
En Infantil y Primaria, la ratio media es de 21 alumnos por aula, por debajo del máximo legal de 25. En Secundaria se queda en 24 (cuando el tope es 30) y en Bachillerato en 28,5 (límite de 35). Además, en 59 municipios se ha bajado incluso de los 25 estudiantes por aula, lo que, según la Conselleria, supone más atención personalizada y menos presión en el día a día de los centros. Rovira destacó que es el segundo curso consecutivo en el que se consolidan ratios más bajas, incluso en las escuelas rurales, donde se asegura la continuidad de los centros incluso sin cuentan con apenas tres alumnos matriculados.
Ahora bien, desde el lado sindical el panorama es distinto. CCOO, UGT, STEPV y el resto de organizaciones denuncian que el Acuerdo de plantillas de 2023, que preveía más de 5.000 plazas adicionales, nunca se ha aplicado. Recuerdan que el TSJCV ya ha dado la razón a los sindicatos en este punto y señalan que, aunque los números globales crezcan, en áreas como la Formación Profesional, la Educación de Personas Adultas o las Escuelas Oficiales de Idiomas los recortes son evidentes.
Reconstrucción tras la DANA, inclusión y apoyo al alumnado
La riada que devastó varias localidades valencianas sigue muy presente en el inicio de curso. Rovira explicó que ya se han invertido 70 millones de euros en la reconstrucción de centros educativos y que la previsión es duplicar esa cifra en 2026. Aun así, 3.079 alumnos comenzarán las clases en aulas prefabricadas, y cerca de 600 todavía no saben cuándo podrán volver a sus instalaciones definitivas. El conseller pidió disculpas a las familias de Alfafar y Massanassa, donde los retrasos han sido más evidentes, aunque insistió en que montar una prefabricada no es “poner un contenedor del ejército”, sino un proceso complejo que incluye trámites administrativos, adecuación de parcelas y conexión a suministros.
En paralelo, la Conselleria activa programas de refuerzo con dotación económica y profesorado adicional. En competencia lectora se invertirán 9,46 millones de euros en 209 centros, con 171 docentes extra. En matemáticas, la cifra asciende a 21,7 millones, con 349 nuevos profesores en 277 colegios e institutos. Además, este curso se pondrá en marcha una campaña de vacunación contra la gripe dirigida al alumnado de segundo ciclo de Infantil (nacidos en 2020, 2021 y 2022), siempre con autorización previa de las familias.
La inclusión también gana protagonismo. En solo dos años se han creado 82 nuevas aulas UECO (Unidades Específicas en Centros Ordinarios), frente a las 56 que se habilitaron en los cuatro cursos anteriores. Esto deja un total de 237 unidades en Infantil y Primaria y 102 en Secundaria, todas orientadas al alumnado con necesidades específicas. También se incorporan 30 nuevos puestos de ordenanza y personal administrativo en centros públicos para reducir la burocracia y mejorar la atención a las familias. Los sindicatos, no obstante, advierten de que los retrasos en el Pla Edificant y la permanencia de barracones siguen deteriorando la calidad de la enseñanza.
FP, idiomas y la aplicación de la ley de libertad educativa
El otro gran bloque de novedades llega con la Formación Profesional, que este año alcanza los 165.926 alumnos matriculados. La Conselleria ha autorizado 43 nuevos ciclos y suma dos centros integrados más en Orihuela y Alicante, con la previsión de abrir otros en Gandia y Sagunt. Además, la Comunitat contará con un centro de excelencia nacional en química industrial, llamado a tener proyección internacional. El objetivo, subraya Rovira, es consolidar un modelo de formación en empresa que mejore la empleabilidad de los estudiantes.
Las Escuelas Oficiales de Idiomas amplían su alcance con 91.623 plazas ofertadas y un refuerzo de la modalidad semipresencial, que crece más de un 50 %. La oferta lingüística también se amplía, pasando de 6 a 11 idiomas. Sin embargo, los sindicatos recuerdan que en 2024/25 apenas se cubrió el 60 % de las plazas y alertan de que la supresión de algunos grupos semipresenciales puede dificultar el acceso del alumnado adulto.
Y en materia lingüística, la gran novedad es la aplicación total de la llamada ‘ley de libertad educativa'. Por primera vez, las familias han podido elegir la lengua base de los estudios en el proceso de admisión, y más del 99,8 % del alumnado lo hará en la lengua escogida. En las zonas castellanoparlantes, las excepciones lingüísticas han bajado del 80 % al 74 %. Mientras Rovira lo presenta como un éxito de libertad y participación, los sindicatos denuncian un “arrinconamiento” del valenciano y temen que se haya reabierto un conflicto que ya estaba superado. A esto se suma la entrada en vigor del nuevo decreto de convivencia, que regula el uso de móviles en las aulas y fija protocolos frente a las agresiones al profesorado.
En definitiva, el curso escolar 2025-2026 arranca en la Comunitat Valenciana con más profesorado, nuevas infraestructuras y medidas inéditas como la elección de lengua base o el refuerzo en matemáticas y lectura. La Generalitat lo vende como el curso de las oportunidades, marcado por la reconstrucción tras la DANA y la apuesta por la libertad educativa.
Pero al otro lado, los sindicatos avisan de que las aulas no viven solo de cifras: denuncian recortes encubiertos, retrocesos en la política lingüística y una parálisis en infraestructuras que amenaza con alargar la vida de los barracones. El pulso está servido. Habrá que ver si este año académico se recuerda por las novedades que hoy ha presentado Rovira o por las movilizaciones que ya preparan los sindicatos.