El curso escolar 2025-26 en la Comunitat Valenciana comienza con el profesorado en pie de guerra. Los sindicatos denuncian un deterioro creciente de la educación pública y alertan de que, si la Conselleria de Educación no rectifica, la conflictividad puede desembocar en una huelga general educativa.
Las organizaciones sindicales coinciden en tres grandes frentes: el incumplimiento del Acuerdo de plantillas de 2023, el retroceso en la política lingüística y la parálisis de las infraestructuras. La Justicia ya ha dado la razón a las organizaciones sindicales en el primer punto, pero la Conselleria ha optado por aprobar una orden que rebaja las dotaciones.
Xelo Valls, secretaria general de Educación de Comisiones Obreras del País Valenciano (CCOO PV), lo resume así: “No podemos permitir que el arranque de curso se traduzca en más recortes y menos derechos”. Con este telón de fondo, los sindicatos avisan de que el trimestre se presenta caliente. Te lo contamos todo:
Recortes en plantillas en la Comunitat Valenciana: el acuerdo que nunca se aplicó
El primer gran foco de conflicto son las plantillas docentes. En junio de 2023, el Consell aprobó un acuerdo firmado por CCOO, UGT, STEPV, ANPE y CSIF que preveía más de 5.000 nuevas plazas en dos cursos y su estabilización en los centros. El TSJCV avaló la legalidad de ese pacto y obligó a la Conselleria a cumplirlo, incluso identificando a los responsables de su incumplimiento.
Pese a la sentencia, Educación ha desplegado la Orden 9/2025, que redefine los criterios de plantillas y rebaja los refuerzos previstos. “El conseller Rovira llegó diciendo que sobraba profesorado en Secundaria, y esa idea ha marcado toda su gestión”, denuncia Valls.
Los sindicatos aseguran que los recortes se notan especialmente en la Formación Profesional, en la Educación de Personas Adultas y en los conservatorios y escuelas oficiales de idiomas. Ámbitos que, sin ser obligatorios, "resultan fundamentales para garantizar una educación integral y de calidad en la Comunitat Valenciana", recorda Valls.
La lengua, otra vez en disputa
El segundo frente es la política lingüística. Los sindicatos hablan de un “arrinconamiento” del valenciano tras las consultas celebradas entre el 25 de febrero y el 4 de marzo de 2025, en las que las familias pudieron decidir la lengua base en 1º, 2º y 3º de ESO, así como la lengua de comunicación con los centros.
Para las organizaciones sindicales, se trata de un retroceso en la normalización. “Han resucitado un conflicto que ya estaba superado”, advierte Valls. El resultado, añaden, es más presión sobre los equipos directivos y más burocracia para los claustros.
El profesorado reclama un marco estable y recursos adecuados. Piden seguridad jurídica, formación y materiales que permitan garantizar que todo el alumnado alcance competencias reales en valenciano, castellano e inglés, sin que la lengua se convierta en un campo de batalla político.
El Pla Edificant en el aire y la sombra de CIEGSA
La tercera demanda tiene que ver con las infraestructuras. El plan Edificant, que permitía a los ayuntamientos licitar y ejecutar obras de construcción y reforma de centros, atraviesa una etapa de frenazo. AMPA y alcaldes han denunciado retrasos, mientras la Conselleria asegura que no se han revocado delegaciones y que las obras siguen su curso.
Los sindicatos temen, sin embargo, que la parálisis sea real y que la reaparición de CIEGSA, empresa pública marcada por los sobrecostes del pasado, añada incertidumbre. El Consell ha prorrogado su liquidación hasta 2026 y ya le ha asignado obras tras la DANA.
“Se está deteriorando el día a día de los centros: alumnado en barracones, comedores provisionales y climatización pendiente. Todo eso repercute directamente en la calidad educativa”, subraya Valls. Las organizaciones sindicales reclaman transparencia, inversión y calendarios claros para evitar que las aulas se resientan curso tras curso.
Curso escolar en València: movilizaciones en marcha
Aunque el objetivo sindical es forzar una rectificación y mantener un frente común, las protestas ya se dejan sentir. Como ejemplo, el profesorado de Formación Profesional ha convocado una huelga parcial para el 8 de septiembre, coincidiendo con el inicio de las clases.
La movilización, secundada por STEPV, UGT, CGT y CSO, consistirá en un paro de dos horas —de 11 a 13 h— con concentraciones en València, Alicante y Castelló. Los convocantes denuncian la pérdida de más de 300 docentes y la supresión de grupos semipresenciales.
Para CCOO, sin embargo, el horizonte es más amplio: “Estamos trabajando para una convocatoria unitaria de todo el sector educativo”, adelanta Valls. La huelga general, insisten, es el último recurso, pero también la herramienta más contundente de la clase trabajadora.
El curso escolar arranca en la Comunitat Valenciana con tres frentes abiertos: recortes en plantillas, retroceso en política lingüística y bloqueo de infraestructuras. Las organizaciones sindicales elevan el tono y advierten de que, si la Conselleria no rectifica, habrá movilizaciones crecientes.
La administración insiste en que no hay recortes, sino reorganización y eficiencia. El profesorado, en cambio, habla de incumplimientos graves y de un regreso al pasado. La gran incógnita ahora es si se abrirá la puerta a un acuerdo rápido o si este otoño estará marcado por la huelga educativa en las aulas valencianas.