Preparar una oposición exige tiempo, dinero y una dedicación absoluta. No todos los jóvenes pueden permitírselo. Por eso, la Generalitat ha decidido echar una mano. La Conselleria de Justicia y Administración Pública ha concedido 298 becas de 700 euros mensuales a menores de 35 años que opositan al grupo A de la Administración valenciana.
La medida supondrá una inversión de 2,5 millones de euros y permitirá que cada beneficiario reciba 8.400 euros entre junio de 2025 y mayo de 2026. Un impulso económico que busca abrir oportunidades y garantizar que el talento joven tenga un lugar en la función pública. “La Administración tiene que apoyar a los jóvenes y ayudarles en su camino hacia el servicio público, porque tienen mucho que aportar”, defendió la consellera Nuria Martínez durante el anuncio de las ayudas.
Becas de 700 euros al mes para jóvenes opositores
La ayuda se dirige a quienes cumplen requisitos claros: tener nacionalidad española o comunitaria, haber residido en la Comunitat al menos cinco de los últimos diez años y contar con un grado o licenciatura. También se exige demostrar una situación económica ajustada a las bases reguladoras y no haber recibido becas similares durante más de tres años ni estar disfrutando de otra ayuda con el mismo fin.
La selección se ha realizado con dos criterios principales: la situación económica y el expediente académico. Así se busca premiar tanto el esfuerzo como la necesidad real de apoyo. Entre las 298 becas concedidas, ocho han ido a parar a personas con una discapacidad igual o superior al 33%, que cumplían con todos los requisitos de acceso al empleo público.
Rejuvenecer la Administración con talento joven
El Consell quiere con esta medida rejuvenecer unas plantillas con una media de edad cada vez más alta. Y lo hace apostando por la juventud preparada, con recursos que les permitan dedicar más horas al estudio y menos a la incertidumbre económica.
Las becas ofrecen además una garantía de igualdad de oportunidades. Porque preparar unas oposiciones no debería depender de la capacidad económica de cada familia, sino del talento y la dedicación. La Generalitat lo tiene claro: el futuro de la Administración pasa por abrir sus puertas a una nueva generación de empleados públicos.